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martes, 3 de marzo de 2015

REUNIÓN DE LOS VICARIOS, DELEGADOS, ARCIPRESTES Y VICE ARCIPRESTES EN VISTAS A LA PLANIFICACIÓN PASTORAL











El obispo preside este martes una intensa reunión de los vicarios, delegados diocesanos, arciprestes y vice-arciprestes. El objetivo de este encuentro es proseguir la evaluación del presente PDP y realizar propuestas de cara al venidero PDP para el próximo cuatrienio.
Domingo Navarro dirigió la oración inicial, invitando a la reflexión desde la perspectiva de una espiritualidad para la evaluación y la planificación pastoral. Navarro profundizó, entre otros aspectos, en la necesaria espiritualidad de los evangelizadores con Espíritu, profética, de comunión, de la confianza.
Por su parte, Antonio Pérez, guió el trabajo de evaluación y de programación del venidero cuatrienio que en la invitación de la exhortación del Papa Francisco invitando a las diócesis a un proceso decidido de discernimiento, purificación y reforma.”( EG 30) 
Pérez destacó que el Plan se enmarcará en la Evangelii Gaudium y en el horizonte del bicentenario de la diócesis en 2019. Se trata de avanzar en una nueva etapa evangeliza-dora… e indicar caminos para la marcha de la Iglesia en los próximos años.”. Todos y cada uno, las comunidades y grupos - dice el obispo de Roma,  “procuren poner los medios necesarios para avanzar en el camino de una conversión pastoral y misionera, que no puede dejar las cosas como están.” (25).  La pastoral en clave de misión pretende abandonar el cómodo criterio pastoral del «siempre se ha hecho así». Invito a todos a ser audaces y creativos en esta tarea de repensar los objetivos, las estructuras, el estilo y los métodos evangelizadores de las propias comunidades. Una postulación de los fines sin una adecuada búsqueda comunitaria de los medios para alcanzarlos está condenada a convertirse en mera fantasía. Exhorto a todos a aplicar con generosidad y valentía las orientaciones de la E.G, sin prohibiciones ni miedos. Lo importante es no caminar solos, contar siempre con los hermanos y especialmente con la guía de los obispos, en un sabio y realista discernimiento pastoral. (33). “Invito a las comunidades a completar y enriquecer estas perspectivas a partir de la conciencia de sus desafíos propios y cercanos.” (108).

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