DEL CUIDADO DE LA CASA COMÚN DEPENDE NUESTRA VIDA Y LA DE LAS PRÓXIMAS GENERACIONES

La profesora Olga María Alegre es una de las personas que pertenece a la comisión organizadora de esta presente edición del Congreso- Diálogo fe-cultura. Para Alegre “nada humano ha de estar lejos de la Iglesia y el contexto, el ambiente, el espacio donde los seres humanos habitamos es como nuestra piel común”.

- ¿Qué importancia tiene dedicar este congreso a la ecología?

R.- Ha llegado la hora de actuar antes de que sea tarde porque del cuidado de la “Casa Común” depende nuestra vida y la vida de las próximas generaciones. Es un problema de primer nivel en el ámbito internacional, nacional y local, y por eso el congreso, que siempre se ha dedicado a un ámbito de especial interés, lo dedica este año a la Ecología Integral y a motivarnos para que seamos delicados y respetuosos en el cuidado de la tierra que se nos ha dado para vivir.

 - ¿Qué tiene que decir la Iglesia sobre este tema?

R.- La Iglesia, como parte de la sociedad, comparte la responsabilidad hacia el bienestar presente y futuro de la familia humana y del mundo en su amplitud. El mensaje de Cristo es un canto ecológico, la Biblia desde su inicio relata poéticamente un modo amoroso de construir la creación, los Padres de la Iglesia y muchos Santos, como San Francisco de Asís, nos han dejado un legado de respeto y de unión con la tierra que se nos ha dado para vivir. Nada humano ha de estar lejos de la Iglesia y el contexto, el ambiente, el espacio donde los seres humanos habitamos es como nuestra piel común.

 ¿Qué ha aportado el documento del papa Francisco, Laudato si?

R.- El Papa en su Encíclica dice que la crisis actual es una sola, social y ambiental y la solución ha de ser también integral para combatir la pobreza y para devolver la dignidad a las personas excluidas y, simultáneamente, cuidar la naturaleza que nos acoge. La Encíclica vincula el clima y las cuestiones sociales con valentía. Lo central de la misma es la idea de construcción de una nueva cultura comprometida con el regalo de la creación. Somos responsables del estado de nuestra casa, cuidar el ambiente implica a la escuela, la familia y los medios de comunicación, entre otros,  y se basa en pequeños detalles que reflejan que ha habido una educación estética y solidaria, una formación integral que nos ayudará a construir una cultura de la vida compartida y de respeto a lo que nos rodea.