ACTUALIDAD

martes, 30 de mayo de 2017

Jornada para orar por quienes oran por nosotros desde un Monasterio

Jornada Pro-Orantibus 2017. 


“CONTEMPLAR AL MUNDO CON LA MIRADA DE DIOS"


Nos disponemos a celebrar una nueva Jornada Pro- Orantibus a la que nuestra Madre Iglesia nos invita bajo el lema: “Contemplar el mundo con la mirada de Dios”.
En estas palabras recogidas de la Vultum Dei querere se expresa a la perfección lo que es la vocación contemplativa: “contemplar el mundo con la mirada de Dios”, es decir, contemplar el mundo en su realidad con mirada de esperanza o, como dice el Papa Francisco, a través de las llagas de Jesucristo Resucitado.
“Contemplar el mundo con la mirada de Dios”, sí, subir al monte de la fe y mirar el horizonte de nuestro mundo en el que vemos guerras y descubrir con los ojos de la esperanza lo que nuestro Dios hará: “Sé muy bien lo que pienso hacer con vosotros: designios de paz y no de aflicción…” (Jr 29, 11); acogiendo en el silencio de nuestro corazón contemplativo el hambre, la miseria, la injusticia, el desencanto que sufren tantos hermanos nuestros, con la seguridad de que “…los que lloran serán consolados”, “…los que tienen hambre de justicia serán saciados” (Mt 5, 3 ss). Ser contemplativa hoy es repetir la experiencia de Moisés que se nos relata en Éxodo 17, acompañando al nuevo Israel y haciendo su mismo camino con los ojos fijos en Yahvé, escuchando su palabra y cumpliendo sus mandatos, hasta llegar al descanso prometido, con la certeza absoluta de que Quien ha hecho la promesa es fiel. Mas sin olvidar que esto es “tierra prometida”, que aún tenemos que recorrer un desierto, no fácil a veces, en el que hay que combatir la batallas del Señor. Hoy como entonces, Él pone en lo alto del monte, como hizo con Moisés, a los monjes y monjas contemplativos para que, permaneciendo con los brazos en alto – en continua actitud orante- ayuden al pueblo de Dios a vencer en las batallas.
Esta es la labor de una contemplativa. Sin embargo, no es labor sólo nuestra. Los Orantibus necesitamos, como Moisés, hermanos que sostengan nuestros brazos para permanecer en oración; esto es lo que les recuerda a todos y a lo que les invita la Iglesia en estas  Jornadas Pro- Orantibus. Necesitamos que sostengan nuestros brazos en lo alto del monte orando por nosotros, velando por nuestra fidelidad, para que el nuevo Israel siga venciendo y lleguemos cuanto antes, con toda la humanidad sufriente, a la Tierra Prometida.
Oren por nosotros, oremos los unos por los otros, y sigamos caminando y luchando, pero con ojos de esperanza cierta, porque Cristo nos ha prometido la victoria y la paz: “En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo” (Jn 16, 33).
Feliz y santa solemnidad de la Santísima Trinidad. Paz y Bien.                               
Hermanas Clarisas de La Laguna

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