A las 17 horas, varias personas vinculadas con el proyecto inicial de construcción del edificio destinado a templo parroquial, que data de 1984, se reunieron con nuestro párroco, en la sala parroquial Obispo Felipe Fernández, para buscar una salida al empantanado expediente de edificación que se quedó incompleto y de ahí parte uno de los principales problemas: nunca se concedió al templo parroquial la cédula de habitabilidad.
Se revisó toda la documentación adquirida en estos meses por Ramón y nuestro párroco, que han seguido muy de cerca este tema y estos entuertos. Documentación que debía estar en el Archivo Parroquial y no estaba. Se solicitó a los técnicos de Urbanismo del Ayuntamiento del Puerto de La Cruz. Y que gracias a ella, se ha conocido en profundidad la cantidad de lagunas en todo el proceso.
Por el momento se va a estudiar presentar una Prescripción urbanística, a ver si de esta manera, es más fácil obtener la cédula de habitabilidad. Para que Unelco pueda proceder a colocar el contador de la luz, se firme el boletín y el electricista acabe colocando unos cables que dejó en el aire desde junio en la sacristía del templo parroquial.
Para lograr esta prescripción, hará falta realizar un gran trabajo previo y luego ser aprobada en el Ayuntamiento del Puerto de La Cruz.
Otro documento que se estudió en la tarde de ayer, fue la nota simple del Registro de la Propiedad, en la que aparece registrado en 1983 el terreno donado por el Ayuntamiento del Puerto de La Cruz, pero nunca la nueva edificación. Por lo que hay una tarea para actualizar este documento cuanto antes. Que si se logran, ya de por sí son dos grandes logros, para la comunidad parroquial de San Antonio. ¿Qué ha realizado desde 1983 la comunidad parroquial y sus principales responsables los párrocos que han pasado por él? era la pregunta que surcaba la mente de alguna de estas personas en la tarde de ayer.
Tanta desidia y abandono parroquial "dan asco".
A su vez se observa que el templo parroquial en el nuevo PGOU del Puerto de La Cruz, está fuera de ordenación. Por lo que realizar una modificación puntual en el PGOU, como se le indicó en urbanismo a nuestro párroco, acarreará papeleo, tiempo, dinero y nada seguro, porque estará regido por los intereses políticos y electoralistas del momento.
Estando así las cosas, la decisión de nuestro párroco pasa por adecentar los espacios que se poseen, como se está haciendo en estos seis años de vida pastoral, y olvidarse de la construcción de estas dos salas parroquiales. Lograr la cédula de habitabilidad y actualizar la nota simple del terreno ya edificado en el Registro de la Propiedad.
¡¡¡Esta es la realidad!!!
¡¡¡Se cosecha lo que se ha sembrado!!!
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