Comenzamos julio. En este mes se nos propone reflexionar con el Plan de Formación de la diócesis sobre las obra de misericordia: Dar buen consejo a quien lo necesita.
Tal y como recoge el cuaderno para la formación y reflexión sobre El Año de la Misericordia, el consejo es uno de los dones del Espíritu Santo, lo cual nos indica que desde la Fe, tiene categoría de don divino que orienta nuestros pasos. Ya en múltiples pasajes del Antiguo Testamento aparece el creyente esperando esta guía para sus pasos; pero sobre todo, la propia Revelación es una muestra de que Dios se manifiesta a través de múltiples mediaciones para guiar nuestro camino. Pero es en el N.T. donde especialmente podemos encontrar a Jesús –Dios hecho hombre- saliendo a nuestro encuentro y presentándose como el camino, la verdad y la vida. Por ello, para el creyente el consejo procede de la escucha atenta de la Palabra.
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