La Comunidad Parroquial de San Antonio de Padua, en el Puerto de La Cruz, trabajó mucho para regalar en la jornada del sábado 18 de noviembre, a todas las personas presentes, una gran celebración entrañable, viva y muy alegre, en la que participaron todos los agentes de pastoral con los que cuenta la parroquia destacando a los niños de la catequesis y a sus propios padres.
Nuestro párroco les felicita y pide a todos que no tengamos miedo. ¡Es hora de salir de nuestra cueva y anunciar a Cristo por las calles de San Antonio!.
En la presentación en las ofrendas en vez de una oveja se trajo a el "baifito corneta" signo de las muchas personas que están fuera del redil y que junto a nuestro párroco poniendo al servicio de todos nuestros talentos debemos atraer a Cristo y a la Comunidad Parroquial. Dios premia nuestra confianza en su proyecto, la fidelidad y la constancia en su voluntad, como remarcó nuestro párroco ayer no los éxitos. Hoy para ser un buen discípulo misionero de Cristo se necesita mucha madurez y mucha espiritualidad.
Dinámica de la Misión reforzando el trabajo cooperativo que debe existir en la Comunidad Parroquial. Nada de individualidades, egoísmos, envidias y estar en la comunidad como un "turista".
Esta es la Hora de la Parroquia como indicó nuestro párroco: "¡Dios nos invita a trabajar. Y se hará con dos, con cinco, se hará!". Quien quiera quedarse como un "turista" se lo va a perder.
Representación de la Parábola de Los Talentos por los padres y niños de la catequesis.
Encendido de las velas de la Misión Diocesana
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