Sensibilizando en torno a la II Peregrinación Lustral de Ntra. Sra. de El Socorro en Güímar- Tenerife.
Hace menos de medio siglo aún se conservaban en el caserío de El Socorro las piedras labradas que cubrían una sepultura, conocida erróneamente como “La tumba del Cura Monjui”, que hoy ya no se conserva. Se situaba en un erial, frente a la ermita principal de la Virgen y junto a otras desaparecidas con anterioridad. En este artículo desvelamos el misterio del personaje enterrado en esa tumba, situando su muerte en la tristemente célebre epidemia de fiebre amarilla que asoló Santa Cruz de Tenerife en 1810 y 1811.
Cuando llegaron los primeros enfermos al Valle de Güímar, procedentes de la capital tinerfeña, se habilitó un lazareto para su aislamiento en la solitaria ermita de El Socorro, así como un campo santo cercano a ésta para dar sepultura a los que allí falleciesen, de los que conocemos a tres. Por dicho motivo, la imagen de la Virgen de El Socorro fue trasladada a la iglesia de San Pedro Apóstol, donde ya quedó para siempre, volviendo a su ermita solo con motivo de su festividad. Además, por el mismo motivo se habilitaron otros lugares de enterramiento aislados en las poblaciones principales, como ocurrió en Candelaria, donde se enterraron dos vecinos, y en Güímar, donde lo hicieron otros dos. Asimismo, en Santa Cruz murieron cuatro güimareros allí avecindados y un palmero casado con una güimarera, así como cinco militares oriundos de este Valle y cinco prisioneros franceses del Depósito de Güímar…
Consulta el siguiente artículo de D. Octavio Rodríguez Delgado. Cronista Oficial de la ciudad de Güímar:
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