Nuestra Cáritas Diocesana, a través de esta MEMORIA, quiere dar a conocer a toda la comunidad cristiana, y a la sociedad en general, su actividad durante el pasado año 2017. Con ello, rendimos cuentas del fruto de sus aportaciones a todos aquellos que generosamente nos ayudan.
Sin duda, toda la actividad que se recoge en esta memoria no sería posible sin la ayuda desinteresada de todos nuestros donantes y colaboradores y del trabajo generoso de tantos voluntarios y personas contratadas que, a lo largo de la geografía de nuestras islas -El Hierro, La Gomera, La Palma y Tenerife- dedican su tiempo y esfuerzo a la acción caritativa y social que Cáritas desarrolla. A todos mi reconocimiento y gratitud por su labor que realizan en nombre de la Iglesia.
Las cifras las pueden conocer con detalle en la exposición de la memoria. En ellas pueden comprobar los medios materiales y humanos que hemos dedicado desde distintos proyectos a la atención de las personas más necesitadas, tanto a través de la red de Caritas Parroquiales y Arciprestales, como a través de los centros y servicios directamente gestionados por los servicios generales de Caritas Diocesana.
Todo lo que recibimos lo damos, procurando sacar lo mejores frutos en favor de los más pobres. Pero, con ser esas cifras dignas de reseñar y de felicitarnos por haber podido ayudar a tantas personas, lo más importante es el espíritu que las anima.
Caritas existe porque existe una comunidad cristiana, en este caso la Iglesia Diocesana Nivariense que, a través de sus parroquias, comunidades, movimientos y asociaciones, quiere vivir el mandato evangélico del amor fraterno y la predilección del Señor por los pobres y excluidos. Cáritas no es una mera agencia de servicios sociales, sino un organismo eclesial que participa en la misión de la Iglesia.
Como nos recuerda el Papa Francisco, «Quien vive la misión de CÁRITAS no es un simple agente, sino un testigo de Cristo. Una persona que busca a Cristo y se deja buscar por Cristo; una persona que ama, con el espíritu de Cristo, el espíritu de la gratuidad, de la entrega. Junto a muchos otros organismos de caridad de la Iglesia, CÁRITAS revela, por tanto, la fuerza del amor cristiano y el deseo de la Iglesia de salir al encuentro de Jesús en cada persona, especialmente si es pobre y sufre» (12-5-2013).
Lamentablemente, pese a los avances en la superación de la crisis económica, las situaciones de pobreza y marginación siguen afectando a muchos personas. Los índices de pobreza siguen siendo muy altos. Muchas familias sufren el problema de la carencia de bienes necesarios para vivir con dignidad; el paro continúa anclado en cifras escandalosamente altas y muchos hombres y mujeres de nuestra tierra apenas pueden conseguir empleos precarios y de baja calidad. La historia se repite: “pocos tienen mucho y muchos tienen poco”. No podemos ni queremos resignarnos ante esta, en muchos casos dramática, situación social.
Por imperativo de nuestra misión evangelizadora, los cristianos no podemos permanecer indiferentes ante el prójimo necesitado. Nos sentimos llamados a luchar contra la exclusión social de los más débiles y a trabajar por su integración. Como nos enseñó Pablo VI: “No es posible aceptar que la obra de evangelización pueda o deba olvidar las cuestiones extremadamente graves, tan agitadas hoy día, que atañen a la justicia, a la liberación, al desarrollo y a la paz en el mundo. Si esto ocurriera, sería ignorar la doctrina del Evangelio acerca del amor hacia el prójimo que sufre o padece necesidad” (EN 31).
Por eso, en nuestra Diócesis Nivariense, Cáritas va a seguir empeñando sus mejores energías en acompañar, ayudar y promover el desarrollo integral de las personas más necesitadas, involucrándoles para que ellos mismos sean los protagonistas de su propio desarrollo. Fiel a su identidad quiere ser expresión de la acción caritativa y social de la comunidad cristiana e instrumento privilegiado que hace presente el amor cristiano y el compromiso por la justicia.
† Bernardo Álvarez Afonso
Obispo Nivariense