
Sobre la necesidad de orar siempre sin desfallecer jamás, les dijo esta parábola: «Había en una ciudad un juez que no temía a Dios ni respetaba a los hombres. Una viuda, también de aquella ciudad, iba a decirle: Hazme justicia contra mi enemigo. Durante algún tiempo no quiso; pero luego pensó: Aunque no temo a Dios ni respeto a los hombres, le voy a hacer justicia para que esta viuda me deje en paz y no me moleste más». Y el Señor dijo: «Considerad lo que dice el juez injusto. ¿Y no hará Dios justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche? ¿Les va a hacer esperar? Yo os digo que les hará justicia prontamente. Pero el hijo del hombre, cuando venga, ¿encontrará fe en la tierra?».
Lucas 18, 1-8
PARA MEDITAR
Muchas veces vivimos como si Dios no existe. Pero muchas otras veces sabemos que Dios existe, pero no le escuchamos. Sólo nos escuchamos a nosotros. Dios es nuestro compañero de viaje, siempre está con nosotros, nunca nos abandona. Pero, ¿le tenemos en cuenta en nuestra vida?
Cuando en el cole hay problemas entre compañeros, ¿pensamos que haría Dios? Cuando en nuestra familia hay una situación difícil, ¿se lo contamos a Dios? Cuando vemos que en el mundo hay guerra y hambre, ¿tenemos en cuenta a Dios? Escuchar a Dios y escuchas a nuestros hermanos es algo que debemos vivir todos los días.
PARA HACER VIDA EL EVANGELIO
- ¿Cómo rezas?. Escribe de forma sencilla cómo haces oración.
- ¿Crees que Dios te escucha?. ¿Cómo escuchamos los cristianos a Dios?. ¿Y cómo podemos hablar nosotros con Dios?
- Escribe un compromiso que te ayude a escuchar y a hablar más con Dios.
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