Bernardo Álvarez, (La Palma, 1949) es, desde el 2005 obispo de la Diócesis Nivariense y cuenta, en una entrevista para TIEMPO DE CANARIAS, que está viviendo estos momentos de la pandemia “con mucha incertidumbre y preocupación. Las circunstancias van marcando las pautas y aunque algunos hayan podido pensar que la enfermedad ya estaba más o menos controlada, ya vemos que no. Estamos en ese debate entre las personas que llegan de fuera y los encuentros que todos nos gusta tener, pero lógicamente hay que tomar medidas para impedir que el virus se siga difundiendo más. Nosotros estamos gestionando el día a día, con la nuevas situaciones. Tenemos atrasado todo el tema de las primeras comuniones y realizando algunas confirmaciones. Hemos empezado con pequeños grupos de niños, pero todo siempre con el control y observando las medidas que nos están marcando las autoridades sanitarias para evitar las aglomeraciones, marcando la distancia y usando las mascarillas, que son obligatorias”.
Al actual obispo de la Diócesis Nivariense le quedan, al menos, cinco años en su cargo, si no hay novedades importantes, y anuncia que el próximo responsable de la Diócesis Canariense, monseñor José Mazuelo, llegará a Gran Canaria el 2 de octubre por la tarde y del que tiene muy buenos recuerdos ya que estudió con él en Roma y adelanta que “tiene un carácter muy abierto, como buen andaluz que es”.