Parroquias con corazón. La Eucaristía.

"Aspirad a las cosas de arriba, no a las de la tierra" .

 (Colosenses 3, 2).

 

Acción Pastoral "Parroquias con Corazón".

 La santísima Eucaristía, por la que la Iglesia vive y crece continuamente, es el sacramento más augusto en el que se contiene, se ofrece y se recibe al mismo Cristo Nuestro Señor. El sacrificio eucarístico, memorial de la muerte y resurrección de Jesús, en el que se perpetúa el sacrificio de la cruz, es el culmen y fuente de todo el culto y de toda la vida cristiana, por la que se significa y realiza la unidad del Pueblo de Dios y se lleva a término la edificación del Cuerpo de Cristo.  Por ello los demás sacramentos y todas las obras de apostolado se unen estrechamente a la Eucaristía y se ordenan a ella. 

C. 897; SC 47- 48; LG 3.7; EM 6; IGMR 2. 

Por tanto, la Iglesia debe velar para que su celebración sea siempre el don de Cristo a su Iglesia, y no la arbitrariedad del ministros o de la asamblea; para que sea don de salvación para cada uno de los fieles que han de participar frecuente y activamente en ella, con la preparación y disposiciones necesarias; que exprese y manifieste también la verdadera naturaleza de la Iglesia como asamblea reunida en el nombre del Señor; que ponga de manifiesto la devoción y el culto de adoración. 

 C. 898; SCA 52-55. 

Toda la comunidad es sujeto de la acción eucarística, aunque sólo el sacerdote actúa "in persona Christi capitis". La asamblea entera participa no por la vía de la representación, sino por la vía de la participación personal, haciendo cada uno lo que le corresponde sin intromisiones, especialmente en aquello que es propio del ministro ordenado que preside la asamblea. CF C. 907.