"Parroquias con Corazón". El altar

 

"Aspirad a las cosas de arriba, no a las de la tierra" .

 (Colosenses 3, 2).

Acción Pastoral "Parroquias con Corazón".

Dentro del espacio sacro, el altar ocupa una posición preeminente, pues ha de ser el centro hacia el que se dirija espontáneamente la atención de toda la asamblea de fieles: el altar es el ara peculiar en la que se perpetúa sacramentalmente el sacrificio de la cruz hasta la venida de Cristo: es la mesa en torno a la cual son congregados los hijos de Dios, para darle gracias y recibir el cuerpo y la sangre de Cristo. 

MD 529; IGMr 296; RDIA 4. 

El altar puede ser fijo o móvil. 

El fijo, formando una sola pieza con el suelo, elaborado con un bloque de piedra natural, o de otra materia digna y sólida como la madera natural o incluso el bloque de cemento dignamente elaborado. 

Y el móvil, de madera u otro material, que se pueda retirar, en momentos que se precisa. 

En ambos casos ha de estar separado del muro, para que el sacerdote pueda rodearlo fácilmente y celebrar la Misa cara al pueblo. 

 CC 1235- 1236; RDIA, cap. IV, 8-9; IGMR 298- 301; CEE, II Decreto general 8- VI- 1985, art. 8. 

En las nuevas iglesias conviene que se erija un solo altar, para que en la única asamblea de fieles signifique al único Salvador nuestro Jesucristo y la única Eucaristía de la Iglesia. Esto no obsta para que en la capilla donde se reserva a la Eucaristía, que estará normalmente separada de la nave de la iglesia, se pueda colocar otro altar en el que se celebre la Misa para grupos pequeños de fieles en los días entre semana. 

RDIA, cap. IV, 7. 

No se debe aprovechar la parte posterior del altar para instalar estanterías, cables o grupos de megafonía, o para colocar sobre él todo tipo de utensilios, planchas, cestas, jarras, cesta de la costura, herramientas, , etc que ofuscan su simbolismo e importancia, y tampoco hay que confundirlo con la credencia. 

Los arreglos florales del altar deben ser siempre moderados y se han de colocar más bien cerca del altar que sobre él.

Durante el tiempo del Adviento estos adornos serán más austeros. En la Cuaresma se suprimen todos. 

Sobre la mesa del altar se pude poner sólo aquello que se requiera para la celebración de la Misa. 

Sobre el altar, o mejor cerca de él, se han de colocar los candelero que se requieren para cada acción litúrgica, como manifestación de veneración o de celebración festiva.

Igualmente, sobre el altar, o cerca de él, se ha de colocar una cruz con la imagen de Cristo crucificado, que pueda ser vista sin obstáculos por el pueblo congregado.

IGMR 3017- 308.