En octubre retomamos la actividad pastoral de la Iglesia. Una labor basada en la generosidad y en el servicio a la sociedad que, a través de los sacerdotes, de religiosos y religiosas y de miles de voluntarios ofrece ayuda espiritual y consejo humano.
Se trata además, de una actividad que responde a las diversas dimensiones de la comunidad cristiana como son la catequesis y la formación permanente, el acompañamiento de las familias y los jóvenes, la celebración de los sacramentos, el voluntariado y las misiones, y el anuncio de la Palabra de Dios.
Miles de personas colaboran cada año en el desarrollo de esta labor. Y es que, gracias a participación de muchos laicos, seglares y voluntarios, que entregan su tiempo y esfuerzo al servicio de los demás, logramos sostener la actividad pastoral de la Iglesia.
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