Todos los bautizados estamos llamados a ser sal de la tierra y luz del mundo. Como nos dice el papa Francisco y también nos recordaba nuestro propio obispo D. Bernardo, «el que puede hacernos realmente sal que da sabor y luz que ilumina el mundo es sólo el Espíritu de Cristo». «A través de nosotros, será él quien orará, perdonará, infundirá esperanza y consuelo, servirá a los hermanos, estará cerca de los necesitados y de los últimos, creará comunión y sembrará la paz».
Es lo que esperamos y deseamos para quienes han recibido el Espíritu Santo en el Sacramento de la Confirmación en el día de ayer.
Muchas felicidades a Noelia, Cintia, Sergio, Asier, Sabina, Niurka, Elena y Aday(miembro del coro parroquial) por su maduración en la fe.
Pedimos a Dios y nuestra querida Virgen de Guadalupe que los siga guiando y que se conviertan en auténticos testimonios de fe y de ayuda y servicio a los más necesitados.
Agradecemos también la presencia de nuestro Obispo D. Bernardo, catequistas, familiares y a la Comunidad Parroquial que acudieron a la celebración y que los han acompañado durante su proceso.
Gracias al coro parroquial por su su esfuerzo y por el tiempo y cariño con el que preparan los cantos de todas las celebraciones.
Gracias a nuestro párroco Alexis que en estos diez meses de permanencia en nuestras parroquias, nos ha ayudado a seguir caminado hacia el Señor dándole importancia a lo esencial. Por su gran trabajo silencioso y por ofrecernos ese abrazo de acogida sacando hacia adelante este curso pastoral.
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