El Papa San Juan Pablo II en su mensaje vocacional (26-11-2000) dice que la llamada a vivir es la razón más profunda de la dignidad humana. El ser humano está invitado a responder a un diálogo de amor que Dios ha iniciado al crearlo por amor. La vida será plena, si con libertad se acoge el don de la vida. Rechazar esta llamada lleva a una “concepción de la existencia pasiva, aburrida y banal”. Podemos afirmar con San Agustín: “Todo hombre es Adán, todo hombre es Cristo” (In Ps, 70, ser.II I (CCL 39, 960). Quiere decir: Todo hombre es creatura pecadora como Adán y todo hombre es también hijo de Dios salvado por Cristo y por lo tanto llamado a la vida divina.
✠ Francisco Pérez González
Arzobispo de Pamplona y Obispo de Tudela
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