Monseñor Barrio enlazó el trabajo sacerdotal con la alegría pascual y con la creación de ese ambiente en la sociedad en la que los sacerdotes ejercen su tarea. En este sentido, el arzobispo indicó que “pienso en tantos corazones destrozados por injusticias y marginaciones sociales, por enfermedades incurables y desventuras de la suerte, por traiciones y abandonos. Estas personas buscan por distintos caminos la alegría pascual de la que nosotros somos anunciadores y dispensadores. Podemos tener la impresión de que hoy se prescinde de los sacerdotes. Mientras el hombre necesite de consuelo y de liberación, de verdad y de justicia, de paz para vivir y de esperanza para morir, la sociedad no podrá ignorar a los sacerdotes que son fieles y felices en el ministerio, luz en las comunidades parroquiales y testigos de Cristo en medio de las luchas por fuera y temores por dentro”.
Fuente: Archidiócesis de Santiago de Compostela.
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