Dios sigue llamando a las puertas de nuestros corazones continuamente para que le abramos y le dejemos entrar, para que Él pueda darnos todo cuanto necesitamos, incluido el sentido de tantas cosas que sin Él no lo tienen. Todos necesitamos a Dios y a los hermanos para lograr hacer un mundo más humano y fraterno, para darnos cuenta de que cuando nos entregamos a Él, amando y ayudando a los demás y, especialmente, a los más pobres, necesitados y desahuciados de la tierra, entonces somos mucho más felices que cuando pensamos, egoístamente, solo en nosotros mismos.
Carta Pastoral en este tiempo de pandemia del Covid-19.
Obispos de la provincia Eclesiástica de Toledo.
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