Conmemoración de los Fieles Difuntos, en Ntra. Sra. de Guadalupe. Toscal-Longuera. Los Realejos.
"El cielo no se gana, porque el cielo es de quien ama", fueron las palabras que nuestro párroco dirigió en la homilía, del 2 de noviembre 2020, al Pueblo de Dios, congregado en el Templo Parroquial de Ntra. Sra. de Guadalupe, Toscal-Longuera, Los Realejos. En relación, a que, todos nosotros y nuestros hermanos difuntos, no alcanzarán el cielo por hacer y hacer cosas. Tan sólo por la siembra diaria y callada del amor a Dios y al Prójimo. Nos exhortó "a encontrar ahora y siempre en Cristo, el Camino, la Verdad y la Vida. Sólo Cristo es capaz de destruir las tinieblas que se encierran en nuestro corazón y en nuestro mundo".
Mateo 25, 31-46.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria y serán reunidas ante él todas las naciones.
Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha:
“Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme”.
"Aspirad a las cosas de arriba, no a las de la tierra" .
(Colosenses 3, 2).
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