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domingo, 1 de marzo de 2015

El museo de Las Catalinas incluirá la visita al oratorio privado de La Siervita

En la imagen, el pabellón del noviciado donde se van a iniciar mañana las labores de restauración.
Fuente La Opinión de Tenerife
Las obras de restauración del noviciado de Las Catalinas comenzarán mañana. El objetivo es la recuperación de estas centenarias dependencias y la posterior apertura en las mismas de un museo que incluirá la visita, por primera vez en la historia, del oratorio privado de Sor María de Jesús, conocida como La Siervita.
El monasterio de Santa Catalina de Siena ha dispuesto, junto con las instituciones públicas tinerfeñas, la restauración del que es –además– el único noviciado histórico que se conserva en el Archipiélago. Originalmente fundado con el nombre de San Juan Bautista en el año 1547, el de Las Catalinas fue el primer convento femenino que hubo en Canarias
Sebastián Matías es, junto a su compañero el arquitecto Juan Jesús Labory González, el redactor del proyecto de restauración de esta estructura. Está situada en el ángulo noreste del recinto lagunero, tiene una planta en forma de U, linda por un lateral hacia la calle Deán Palahí y hace esquina con la calle Viana.
Este edificio data, según las tipologías constructivas identificadas por el experto, de finales del siglo XVII y o inicios del siglo XVIII. Como la mayoría de las instalaciones del convento fue realizándose en sucesivas etapas. En este monasterio de la orden dominica llegaron a convivir hasta 100 religiosas de clausura. Como paso previo a su ingreso definitivo en el monasterio, primero eran postulantes, durante un periodo de unos meses, y después pasaban a convertirse en novicia. Un tiempo después tomaban sus votos perpetuos y se convertían definitivamente en miembros de la orden. Este proceso, que aún se repite en la actualidad, hacía necesaria la creación de unas instalaciones para el alojamiento de esas novicias. En este espacio que es independiente del resto del convento, es donde las religiosas y el equipo técnico han considerado adecuado instalar el futuro museo. Tendrá una entrada independiente hacia la calle Deán Palahí y permitirá a las religiosas proseguir con su actividad diaria mientras los visitantes descubren las instalaciones y los fondos históricos que permanecerán expuestos.
El arquitecto responsable de la obra indicó que, según las previsiones, este año se terminará la primera de las fases de la reconstrucción y apertura del museo. En concreto, esa primera parte ha sido catalogada oficialmente como la Cuarta Fase A del proyecto de reconstrucción de todo el convento, un proceso largo en el que ha colaborado Matías desde principios de la década de los 80 y que, en buena parte, han ido financiando las religiosas –poco a poco– con sus propios fondos. Las obras de remodelación del monasterio comenzaron con la techumbre de la iglesia que da hacia la plaza del Adelantado. La caída de algunos cascotes reveló daños en la misma y obligó a las religiosas a clausurar el templo y sustituir las cubiertas.
Poco a poco se han ido restaurando otras de las instalaciones. "Nos hemos propuesto recuperar el noviciado porque es una unidad independiente y el hecho de que vaya a ser visitable justifica la inversión de dinero público", detalló Matías. A esto hay que unir, evidentemente, el hecho de que fue declarado Bien de Interés Cultural de Canarias (BIC) en 1978 y está enclavado, además, en una ciudad Patrimonio de la Humanidad. "Es conveniente que los monumentos de la ciudad puedan ser visitados", aclaró el experto.
Dos plantas
El noviciado tiene dos plantas y en parte de su estructura cuenta con una galería que fue adosada posteriormente y que será eliminada para recuperar el aspecto original de la instalación. "Por el tipo de construcción calculamos que fue añadida en la década de los 50 o 60 del siglo XX al deteriorarse esa parte de la obra de madera", explicó el arquitecto.
Aunque el proyecto museístico no está aún definido exactamente, los planes incluyen que la planta alta del noviciado irá destinada a mostrar los fondos del monasterio. "Hay muchas cosas, como esculturas, pinturas y grabados", detalló Matías. Esta sería la zona reservada al patrimonio custodiado durante centurias por las religiosas laguneras. Entre las riquezas documentales se encuentra el libro fundacional del monasterio, por ejemplo.
En la planta baja se prevé habilitar una pequeña sala de conferencias donde proyectar vídeos sobre la historia del inmueble. "Es en este espacio donde además está planeado dedicar una pequeña muestra la huella de los dominicos en Canarias". Pese a que la orden más extendida en el Archipiélago fue la franciscana, llegaron a fundarse 13 monasterios masculinos y otros cuatro femeninos de los dominicos.
Estaban repartidos por todas las Islas a excepción de Fuerteventura y El Hierro y su llegada implicó a su alrededor cambios sustanciales desde el punto de vista religioso, cultural y social. "Los monasterios masculinos dominicos tenían una fuerte vocación docente en una época donde no había educación reglada. Ellos fueron los encargados de enseñar a mucha gente a leer y escribir e impartieron estudios en teología y filosofía", recordó el experto.
De todos esos conventos, el de Santa Clara de Asís es único femenino que se conserva entero y el único que, además, tiene todavía uso religioso. "Y dentro de su enorme importancia, ese noviciado es una pieza singular. Debemos conservarlo", aclaró Matías.
Además de una parte dedicada a esa huella histórica de la orden, habrá espacio para la venerada Siervita. Junto a uno de los pabellones del noviciado se conserva el pequeño oratorio privado de La Siervita. Las religiosas lo han mantenido intacto y, por primera vez, podrá ser visitado por los fieles. "Ellas tienen unas salas dedicadas a la historia de la Siervita junto a la entrada y es probable que traslademos esas piezas al nuevo museo", indicó.
El milagro
En el jardín central, como vestigio histórico, se conserva la higuera que la tradición dice que apareció una mañana junto al oratorio de la recordada religiosa. "Las higueras son muy húmedas. Esa estaba junto al oratorio de otra religiosa que estaba muy incómoda con el frío. Un día, simplemente había cambiado de lugar y estaba al lado del de Sor María de Jesús", recordó esta semana la priora de la orden, Sor María Cleofé.
El árbol sigue en pie en el jardín del noviciado que también formará parte del conjunto museístico. "Tendrá una fuente, en ese espacio hay un aljibe y debemos dejar testimonio de ello", aclaró el arquitecto tinerfeño. El noviciado tiene su propia cocina y su panadería, que aún se conservan y serán incorporadas a la restauración. Para que sea una instalación accesible se habilitará un pequeño ascensor que irá adosado a la parte nueva del convento y que estará unido al noviciado con una pasarela de madera. "Todo es recuperable, solo hay que hacerlo bien", sentenció Matías. Los responsables de esta restauración confían en mantener prácticamente la totalidad de la instalación con sus materiales originales.
Esta primera fase está presupuestada en unos 900.000 euros de los que las religiosas aportarán casi la mitad e incluye el primero de los pabellones del noviciado que da justo hacia Deán Palahí.

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