Los catequistas que forman parte del Arciprestazgo de La Orotava, se han reunido el jueves 9 de noviembre, en la parroquia de San Cayetano, en La Montaña de Los Realejos, con el objetivo de iniciar el primer tema de la formación que nuestra diócesis nos ha propuesto con ocasión de este primer año de la Misión en nuestro ámbitos pastorales más cercanos y más lejanos.
Se formaron cinco grupos para que el encuentro fuera más dinámico y ayudara a pasar de las formas y llegar al mensaje que se quiere transmitir. Para ello se les entregó a cada grupo un puzzle diferente que debían con la ayuda de todas las personas armar y del que tendrían que averiguar dos o tres palabras relacionadas con el tema y explicarlas posteriormente en la puesta en común. Acto seguido en un sobre se les dio varias palabras sueltas que al armarlas aparecerían los dones del Espíritu Santo.
Finalmente se expuso el Santísimo para construir nuestra vida, nuestro arciprestazgo y la Misión desde Cristo y con Cristo. Allí se nos recordó estas palabras del Papa: "Salgamos, salgamos a ofrecer a todos la vida de Jesucristo. Repito aquí para toda la Iglesia lo que muchas veces he dicho a los sacerdotes y laicos de Buenos Aires: prefiero una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, antes que una Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a las propias seguridades. No quiero una Iglesia preocupada por ser el centro y que termine clausurada en una maraña de obsesiones y procedimientos. Si algo debe inquietarnos santamente y preocupar nuestra conciencia, es que tantos hermanos nuestros vivan sin la fuerza, la luz y el consuelo de la amistad con Jesucristo, sin una comunidad de fe que los contenga, sin un horizonte de sentido y de vida. Más que el temor a equivocarnos, espero que nos mueva el temor a encerrarnos en las estructuras que nos dan una falsa contención, en las normas que nos vuelven jueces implacables, en las costumbres donde nos sentimos tranquilos, mientras afuera hay una multitud hambrienta y Jesús nos repite sin cansarse: «¡Dadles vosotros de comer!» (Mc 6,37). Número 49 de la Exhortación Apostólica el Evangelio de La Alegría del Papa Francisco.
Como gesto se invitó a encender del farol de la Misión una vela y ponerla en un cartel que mostraba con claridad la llamada del Señor a cada cristiano a trabajar apasionado por anunciar el Evangelio de Jesucristo. ¡Sígueme!.
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