El movimiento eclesial de la Renovación Carismática Católica de Canarias, presente en nuestra diócesis. Celebrará, en el mes de septiembre, su XXVI Asamblea Regional, en el Puerto de la Cruz.
Aquí puedes consultar el programa del mismo:
La Renovación Carismática comenzó en la Iglesia en un momento en que comenzaba a buscar
caminos para poner en práctica la renovación de la Iglesia, querida, ordenada e inaugurada por
el Concilio Vaticano Segundo. No había pasado ni siquiera un año tras el Concilio cuando en
el otoño de 1966 comenzó a despuntar el fenómeno religioso llamado ahora Renovación en el
Espíritu, que guarda una relación muy profunda con la experiencia de Pentecostés y se coloca
expresamente bajo el signo del Espíritu. Los momentos más relevantes de su nacimiento tienen
lugar en Pittisburgh (USA) en 1967. Durante varias reuniones unos profesores de la Universidad
de Duquense sienten que les falta algo en sus vidas cristianas personales. De esta manera,
conscientes de que la fuerza de la comunidad cristiana primitiva estuvo en la venida del Espíritu
Santo en Pentecostés, los profesores comienzan a pedir una renovación y que su vacío fuera
llenado de la vida poderosa del Señor Resucitado. Reunidos con otros grupos con las mismas
inquietudes, el 17 de Febrero de 1967 reciben por la imposición de las manos la Efusión del
Espíritu. Una treintena de personas confirman desde allí su transformación interior por la manifestación
de dones del Espíritu Santo. Esa corriente de Gracia, sin saber cómo, se extiende rá-
pidamente y se forman grupos de oración por todos los rincones del mundo. Hoy se calcula que
unos 100 millones de personas frecuentan la Renovación Carismática, reconociendo, todos, un
cambio radical en sus vidas. En Tenerife la Renovación llega en 1978 de la mano de un sacerdote
jesuita, el Padre Luciano Gil, en la Iglesia de la Concepción en Santa Cruz, que se reúne con
profesores y estudiantes. En 1983 dos seglares venidas de fuera colaboran en la extensión de la
misma en la Parroquia del Sagrado Corazón.
Rápidamente se fue extendiendo y actualmente cuenta con 35 grupos en la diócesis, que se
reúnen semanalmente en las parroquias en una oración que suele durar alrededor de dos horas,
donde se hace Alabanza, Oración, se lee y medita la Palabra.
La coordinación en la Renovación se divide en diocesana (un asesor espiritual y un
responsable por cada vicaría), regional (un responsable de cada diócesis y un coordinador regional) y la coordinadora nacional (formada por un representante de cada Comunidad
Autónoma y un asesor espiritual), con sede en Madrid. Por último, existe una coordinadora
universal que tiene su sede en el Vaticano.
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