"Como en los tiempos de San Óscar Romero, la iglesia latinoamericana está dando un testimonio emocionante de fidelidad al Evangelio defendiendo la vida, la justicia y la libertad de su pueblo. Eso le está costando ser perseguida de diversas maneras: sacerdotes maltratados y templos y sagrarios profanados. Hasta el Nuncio de Su Santidad y varios obispos están siendo amenazados y acosados por su clara defensa de la vida y la dignidad de los campesinos, los estudiantes y las familias de su pueblo. También las iglesias de los países vecinos están siendo ejemplo de solidaridad y de acogida, sobre todo con los venezolanos, viviendo aquello a lo que nos exhorta el Señor en el evangelio: “Tuve hambre y me distéis de comer, fui peregrino y me acogisteis” (Mt 25,35).
Un número significativo de venezolanos y nicaragüenses llegan a España arropados por amigos y familiares que llevan ya tiempo entre nosotros. Normalmente, la primera institución a la que acuden buscando consuelo y ayuda es la Iglesia. Silenciosamente entran en nuestros templos y, con gran piedad, rezan al Señor y a la Santísima Virgen con lágrimas en los ojos. Silenciosamente salen de nuestras iglesias con el corazón dolorido y a la vez consolado y esperanzado. También llegan a nuestras Cáritas parroquiales solicitando ayuda."
+ Juan José Asenjo Pelegrina
Arzobispo de Sevilla
Fuente: Archidiócesis de Sevilla.
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