Evangelizar supone en la Iglesia Católica la parresía de salir de sí misma.

Este segundo año de la fase celebrativa de la Misión, tiene como objetivo preferente las periferias existenciales y geográficas. Sí, efectivamente. Dios está en las periferias. Él nos primerea, va delante de nosotros. Desde esa realidad, nosotros somos llamados a secundar su voluntad, su palabra, su vida y opciones. “Evangelizar supone en la Iglesia la parresía de salir de sí misma. La Iglesia está llamada a salir de sí misma e ir hacia las periferias, no solo las geográficas, sino también las periferias existenciales: las del misterio del pecado, las del dolor, las de la injusticia, las de la ignorancia y prescindencia religiosa, las del pensamiento, las de toda miseria” dijo, en un conocido discurso, el Papa Francisco.