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sábado, 30 de marzo de 2019

Gracias Señor, por la Eucaristía. 24 horas para el Señor en Ntra. Sra. de Guadalupe


La Comunidad Parroquial de Ntra. Sra. de Guadalupe, en Toscal-Longuera, Los Realejos, celebró en la tarde del viernes 29 de marzo, la Jornada de Oración propuesta por el Papa Francisco, "24 horas para el Señor", en la que los grupos parroquiales de Catequesis, Cáritas Ntra. Sra. de Guadalupe y la Hermandad Sacramental de Ntra. Sra. de Guadalupe, coordinaron con las horas santas y las vigilias elaboradas, los diferentes turnos propuestos desde las 19:30 a las 24:20 de la noche. 
Nuestro párroco agradece personalmente:
* La alta participación. 
* El silencio en todo momento. Algo que se ha estado trabajando comunitariamente durante toda la Cuaresma
* Y las personas que renovaron su amor con el Señor en el Sacramento de la Reconciliación. Un total de 25 personas se confesaron en la tarde-noche del Viernes 29 de marzo 2019 El Papa Francisco nos dice: “el mal es fuerte, tiene un poder seductor: atrae, cautiva. Para apartarse de él no basta nuestro esfuerzo, se necesita un amor más grande. Sin Dios no se puede vencer el mal: solo su amor nos conforta dentro, solo su ternura derramada en el corazón nos hace libres”.
Si queremos la liberación del mal hay que dejar actuar al Señor, que perdona y sana. Y lo hace sobre todo a través del sacramento que estamos por celebrar. La confesión es el paso de la miseria a la misericordia, es la escritura de Dios en el corazón. Allí leemos que somos preciosos a los ojos de Dios, que él es Padre y nos ama más que nosotros mismos”.

En este día se bendijo el nuevo Ostensorio, comprado en Roma, y que fue encargado por nuestro párroco para esta ocasión, que ha sido donado a la parroquia y forma parte de su patrimonio.   

Oración de Acción de Gracias
Gracias Señor, porque en la última cena partiste tu pan y vino en infinitos trozos, para saciar nuestra hambre y nuestra sed...
Gracias Señor, porque en el pan y el vino nos entregas tu vida y nos llenas de tu presencia.
Gracias Señor, porque nos amastes hasta el final, hasta el extremo que se puede amar: morir por otro, dar la vida por otro.
Gracias Señor, porque quisistes celebrar tu entrega, en torno a una mesa con tus amigos, para que fuesen una comunidad de amor.
Gracias Señor, porque en la eucaristía nos haces UNO contigo, nos unes a tu vida, en la medida en que estamos dispuestos a entregar la nuestra...
Gracias, Señor, porque todo el día puede ser una preparación para celebrar y compartir la eucaristía...
Gracias, Señor, porque todos los días puedo volver a empezar..., y continuar mi camino de fraternidad con mis hermanos, y mi camino de transformación en ti...

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