Sólo renunciando a lo nuestro
seremos capaces de seguirte, Jesús,
sólo dejando a un lado nuestros intereses
actuaremos a tu manera,
sólo regalando nuestra vida a los demás
construiremos juntos tu Reino.
Haz que seamos valientes para seguirte:
que no nos duela el juicio de la gente,
que no nos pida dedicación exclusiva
la familia.
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