La revista Tiempo Nuevo publica una entrevista a la doctora en psiquiatría Marian Rojas de la que te dejamos algunas pinceladas, pero que te recomiendo que la leas completa.
Vivimos en unos tiempos en los que tendemos a sustituir la razón por las sensaciones, el placer, emociones fuertes, pero que luego nos dejan un gran vacío. nuestro cerebro funciona así.
La felicidad depende del sentido que demos a nuestra vida. Nuestras biografías tienen un alto grado de drama, de sufrimiento, de dolor, y debemos aprender a ser felices viviendo cómodos en la incomodidad real.
Investigadores de la psique, como Davidson, se dedicaban a estudiar el estrés, la ansiedad, la depresión, y nadie prestaba atención a la amabilidad, la bondad, la compasión, la empatía… Sin embargo, ahora, Davidson se centra en destacar que la base de un cerebro sano es la bondad. Trabajar el corazón nos ayuda a mirar con ojos que sanan.
No conozco vidas sin errores, sin dolor y sin batallas. Si nos pasamos la vida buscando ser perfectos y no fallar, enfermamos. El empeño por mostrarnos perfectos en las redes sociales ya nos está enfermando. El perfeccionista es el eterno insatisfecho que nunca está a la altura de lo que quiere. La obsesión por ser felices va unida a la obsesión por sentirnos culpables si no lo logramos.
Urge educar en valores como la empatía, de tal manera que se evite juzgar a los demás. Todos ponemos etiquetas y tenemos nuestros prejuicios sobre personas, razas, orientaciones sexuales… Aprender a ponernos en el lugar del otro es una pasión urgente para la convivencia social. Además, recomendaría especialmente participar en alguna actividad de voluntariado. Pocas acciones llenan más al ser humano que dedicar tiempo, cabeza y corazón a los demás desinteresadamente.
El odio se cura perdonando que es un acto de amor. Sin el perdón, se instala en nosotros el odio y el rencor, dos reacciones incompatibles con la felicidad. Si no somos capaces de perdonar, el problema es nuestro, porque nos quedamos intoxicados.
La mejor manera de conectar con el mundo online es estar de lleno en el mundo offline. Uno de los grandes abonos para el cerebro es azuzar nuestra capacidad de asombro y volver a mirar las cosas con interés.
Te recomiendo que leas la entrevista completa en Nuestro Tiempo porque roca más temas, todos ellos muy interesantes.
Fuente: Tiempo Nuevo y Jóvenes Católicos.
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