Si nos damos cuenta, el demonio intenta siempre tentar a Jesús de la misma forma. Pretende que Jesús demuestre su poder. Le tienta para que al demostrar que es muy poderoso, pueda hacerse dueño de todo dejando a una lado a Dios, su Padre.
Nosotros a veces también vivimos las mismas tentaciones que Jesús. Dejamos a un lado a Dios y queremos hacer las cosas por nosotros mismos, con nuestra propia fuerza, como si fuésemos capaces de todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario