Renueva en nosotros cada día la fe y la esperanza

En este gran día en el que los cristianos celebramos tu resurrección, celebramos que vienes nuevamente con tus manos extendidas con el único propósito de brindarnos salvación. 

 Te pedimos que con tu divino amor quites la piedra del sepulcro que cada uno tengamos en el corazón, para que sea convertido en un corazón de vida, dador de amor y lleno de tu bondad.. Queremos pedirte que nuestro corazón se llene de esperanza, porque tu victoria en la resurrección es camino de vida. 

Enséñanos Señor a esperar, que nos nos rindamos, pues contigo nada está perdido.

Transfórmanos Señor, en seres de luz.

Renueva en nosotros cada día la fe, y la esperanza.

Danos una visión diferente de lo que hasta ahora vemos como vida, sácanos del costumbrismo, y de nuestra forma de mirar con indiferencia al hermano.

Resucita también Señor en nosotros y quédate por siempre, pues solo así Señor, resucitando tú en nosotros podemos verdaderamente vivir en el amor.

Que seamos agradecidos a pesar de las circunstancias, a pesar del parón que hemos sufrido, a pesar de la incertidumbre que hoy rodea a la humanidad, llénanos de esperanza y consuelo para mirarte y sentirte cerca Señor.

Que nada nos aparte de ti. 

Que este tiempo perdamos el egoísmo, y seamos más hermanos, más humanos, más empáticos con las necesidades de los más vulnerables, pues a veces nuestro vaso es sólo una gota comparado con el  inmenso mar que otros están inmersos, mares de tristeza, de pobreza, de soledad, de pecado.

Que este tiempo no sea de olvido, si no de acercamiento, de verdadera mirada a las  realidades que afrontan nuestros hermanos.

¡Te bendecimos Padre!

¡Te glorificamos Señor!

¡Te agradecemos que escuches nuestra humilde oración!

Quédate Señor, sana, restaura, llena cada vacío de nuestra vida.

Sea bendecido por siempre tu nombre y tu amor.

 Que triunfe tu misericordia en nuestras vidas, así como tú triunfaste en la muerte.

Gracias Señor.

Gracias Padre eterno!

Que toda la gloria y la alabanza se para ti y nuestra Madre la Virgen Santísima, con quien de la mano seguiremos el camino que nos has dejado marcado. 

Amén y amén.

Catequista de la Comunidad Parroquial Ntra. Sra. de Guadalupe, en Toscal-Longuera, Los Realejos.