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Fuente: CatholicLink
¿Comulgar en la mano? Ante la difusión de la epidemia del Coronavirus, algunas Conferencias Episcopales y Diócesis han dispuesto medidas, similares a las tomadas por las autoridades civiles, con el objetivo de evitar que el virus se propague.
En algunos sitios esas medidas incluyen la petición de que se administre a los fieles la comunión en la mano y que no se dé la paz en la santa misa.
Aclaremos un poco las cosas
Está claro que hay que tratar al Santísimo Sacramento con profunda delicadeza y veneración. Tradicionalmente se ha recibido en la boca y esperamos que terminado este impase recuperemos esta opción, pero no se trata de algo completamente nuevo.
Desde 1969 se permitió en algunos sitios, y en 1973 se extendió todavía más esta posibilidad con Instrucción «Inmensae caritatis» sobre dar facilidad para la recepción de la comunión, en ciertas circunstancias. Este documento autoriza a ministros que reparten la comunión, a ponerla en las manos de los fieles.
En algunas diócesis es una práctica común, especialmente en los EEUU. La misma instrucción contiene un recordatorio de que «las leyes de la Iglesia y los escritos de los Padres de la Iglesia, son testimonio de la suprema reverencia y máximo cuidado hacia la Eucaristía», y que esto debe continuar así. Particularmente con respecto a esta forma de entregar la comunión, la experiencia sugiere, una cuidadosa atención.
El riesgo de contagio
Una persona me contaba que durante su tratamiento de herpes bucal recibió la Santísimo siempre en la mano para no esparcir su enfermedad. La boca humana tiene un verdadero jardín de «flora normal». Por eso, una mordedura humana a menudo causará una infección muy desagradable.
Cuando los que comulgan son muy numerosos podría resultar que los sacerdotes recibamos algo de saliva en los dedos. Todo lo que se necesita es una persona infectada para que se difunda con facilidad. Así que, mientras dure la emergencia, vale la pena tomarnos en serio estas medidas.
Es necesario recordarle a los fieles la presencia real de Cristo
De parte de ambos, el ministro y el fiel, cuando la hostia se coloca en la mano del comulgante, debe haber mucho cuidado y preocupación. Especialmente de que no caiga partícula alguna de la hostia.
Por eso, el uso de la comunión en la mano, debe estar acompañado por instrucciones al respecto y catequesis en la enseñanza católica sobre la presencia real y permanente de Cristo en la Eucaristía y la reverencia propia hacia este sacramento.
Puntos que debes tener en cuenta para comulgar en la mano:
1. Se debe manifestar, tanto como cuando la comunión se recibe en la boca, el respeto a la real presencia de Cristo en la Eucaristía.
2. Será preciso insistir, como lo hacían los Padres de la Iglesia, sobre la nobleza de los gestos de los fieles. Extender las dos manos haciendo «con la izquierda un trono para la derecha, pues esta debía recibir al Rey». Si pasas a comulgar pon tu mano izquierda debajo de la derecha para recibir el Cuerpo de Cristo.
3. El fiel que recibe la Eucaristía en la mano, la lleva inmediatamente a la boca antes de volver a su lugar. Esto debe hacerse delante del ministro.
4. Recomendar a todos, especialmente a los niños, la limpieza de las manos, en respeto a la Eucaristía.
5. Se debe poner especial cuidado, en no permitir que partículas del pan Eucarístico, caigan al suelo o sean desparramadas. El uso de la patena es fundamental.
6. Jesús es Señor y Salvador, y por eso la adoración en «latria» o la adoración perteneciente a Dios, se debe a Cristo presente en este sacramento. Es importante que no omitan después de la comunión, las sinceras y apropiadas acciones de gracias.
Si deseas profundizar más sobre el tema de recibir la hostia en la mano también puedes leer el documento «Redemptionis Sacramentum» (Punto 92), que menciona:
«Aunque todo fiel tiene siempre derecho a elegir si desea recibir la sagrada Comunión en la boca, si el que va a comulgar quiere recibir en la mano el Sacramento, en los lugares donde la Conferencia de Obispos lo haya permitido, con la confirmación de la Sede Apostólica, se le debe administrar la sagrada hostia. Sin embargo, póngase especial cuidado en que el comulgante consuma inmediatamente la hostia, delante del ministro, y ninguno se aleje teniendo en la mano las especies eucarísticas. Si existe peligro de profanación, no se distribuya a los fieles la Comunión en la mano».
Espero que estas indicaciones sean de ayuda para este tiempo que pasamos. Recuerda compartir esta información con amigos y familiares, entre más personas lo sepan, más comulgarán con el debido respeto que se merece el Cuerpo de Cristo.
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