El 8 de diciembre de 1945, día de la Concepción, llegó a Arafo en peregrinación la imagen de la Virgen de Fátima, que se veneraba en la parroquia de San José de Santa Cruz de Tenerife, a bordo de un cadillac propiedad del arafero don Felipe Monje, por gestión e iniciativa del que fuera Cronista Oficial de dicha villa don Víctor Servilio Pérez Rodríguez, por entonces sochantre de la antedicha parroquia capitalina. Según éste: “por propia iniciativa, secundada entusiásticamente por el siempre recordado párroco de San José, don Jesús Cabrera Medina, peregrinó por la serpenteante carretera del sur hasta Arafo, siguiendo después por la recién inaugurada pista que enlazaba, por el volcán con Güímar, dando nombre tras su paso al Barrio de Fátima”.
En su peregrinación, dicha imagen hizo una parada en este incipiente barrio güimarero, que comenzaba a formarse en torno a la pista de tierra recién construida para comunicarse con Arafo, y a los vecinos les atrajo esa advocación, por lo que prometieron erigir una ermita en su honor, como así sucedería. La colocación de la primera piedra tuvo lugar el 27 de junio de 1954, en plenas Fiestas de San Pedro; la imagen de la Virgen del Rosario de Fátima fue donada por sacerdote güimarero don Vicente Jorge Dorta; y la solemne bendición de esa primitiva ermita tuvo lugar el 10 de mayo de 1959…
En el siguiente enlace se puede descargar el artículo completo del Cronista Oficial de Güímar:
Primitiva vidriera que corresponde a la primera Capilla levantada en honor a Ntra. Sra. del Rosario de Fátima que se encontraba en el techo del cancel. Restaurada se inserta en el centro de la vidriera principal ubicada en la fachada del actual templo parroquial.
Templo Parroquial dedicado a Ntra. Sra. del Rosario de Fátima en Güímar
En el año 1999 se desarrollan unas intensas y necesarias obras de remodelación efectuadas, por el Excmo. Ayuntamiento de la ciudad de Güímar, y siendo alcalde el socialista Rigoberto González.
Debido al estado de abandono y desidia, en el que los responsables del mantenimiento de este importante templo parroquial, el concejal de ese momento, Javier Eloy Campos Torres, donó al barrio la decoración interior compuesta por tres altares, dos rectangulares con base en el suelo, para colocar en los laterales a las imágenes de Ntra. Sra. del Rosario de Fátima y la del Cristo de Las Caídas. También realizó uno central formado por varios prismas con elementos alegóricos a los sacramentos aún incompleto.
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