30 DE MAYO 2021.
“…quiero hacer una llamada a las comunidades cristianas y a sus Pastores, recordándoles el lugar insustituible que ocupa la vida contemplativa en la Iglesia. Todos hemos de valorar y estimar profundamente la entrega de las almas contemplativas a la oración, a la alabanza y al sacrificio. Son muy necesarias en la Iglesia. Son profetas y maestras vivientes para todos; son la avanzadilla de la Iglesia hacia el reino (…) Exhorto pues a todos, a tratar de suscitar vocaciones entre las jóvenes para la vida monástica; en la seguridad de que estas vocaciones enriquecerán toda la vida de la Iglesia”.
San Juan Pablo II.
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