El pasado 21 de enero, se conmemoró un año de andadura del proyecto “Corazón abierto”, que tiene como objetivo atender a las personas que viven en situación de sin hogar.


Dicho proyecto surgió gracias al impulso de la comunidad cristiana de la parroquia de Nuestra Señora María de Gracia y de la Comunidad Religiosas Filipenses.

Según indicó Inmaculada Colomo, superiora de esta congregación, “tras muchas horas de silencio, de oración y adoración, surgió el deseo de hacernos más cercanos a todas estas personas que, por diversos motivos, el único techo que tienen son las estrellas y el único abrigo, unos cartones”.

Colomo añadió que estas personas están necesitadas, no solo del sustento básico, sino de alguien que las escuche. “El proyecto intenta que puedan compartir sus inquietudes y sentimientos, aunque sea solo cinco minutos, mientras les ofrecemos un bocadillo, un vaso de leche, o un vaso de caldo. Ser, en definitiva, un corazón abierto para todas esas personas que son invisibles para muchos de nosotros”.

Cada viernes, por la tarde-noche, un grupo de tres personas de la parroquia de María de Gracia, junto a Colomo, se trasladan hasta Santa Cruz de Tenerife para dirigirse a distintos puntos de la capital. En la actualidad, atienden a alrededor de 29 personas. “Es una satisfacción saber que nos están esperando con la mejor de sus sonrisas. Ojalá todos seamos corazones abiertos para estos corazones que también están abiertos, pero por desgracia, debido a las heridas sufridas a lo largo de la vida”.