Decía Juan Pablo II: “Si todos imitásemos a María el mundo sería nuevo. Nuestra vida en ocasiones es dura, nos presenta capítulos difíciles, se tiñe de colores oscuros…. María nos dice: Adora y confía, para Dios nada hay imposible”. Además María es la madre del silencio. En nuestro mundo se habla demasiado, en nuestra sociedad no hay silencio, María es la madre del silencio, tal vez no tanto exterior como interior. Sin silencio no se puede entender la vida de María.

No hay comentarios:
Publicar un comentario