Uno de los rituales de este día penitencial es acudir a las iglesias para la imposición de la ceniza. Primero se celebra la homilía y después el sacerdote coloca la ceniza. Estos restos proceden de las palmas quemadas que fueron bendecidas el Domingo de Ramos del año anterior. En este momento los sacerdotes pronuncian las palabras «Recuerda, hombre, que polvo eres y al polvo volverás».
A partir de hoy, 14 de febrero, se abre un tiempo en el que la Iglesia invita a reflexionar y meditar, culminando con la fiesta de la Resurrección del Señor.
Señor y Padre nuestro, gracias por concedernos vivir, con sentido cristiano, este tiempo de Cuaresma.
Infúndenos tu Espíritu para que desde hoy empecemos a tomar más en serio el mensaje del Evangelio.
Que nuestro ayuno se un NO al consumismo excesivo, y un SÍ de corazón a la solidaridad con los pobres.
Que nuestras privaciones sirvan de ayuda a los necesitados y de alivio a los que sufren.
Queremos vivir en tu presencia alimentar nuestra vida con la oración, con la escucha de tu Palabra, y en todo momento decirte que cuentes con nosotros.
Hoy comenzamos alegre y esperanzados, ayúdanos Señor.
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