Señor Jesús,
Gracias por la vida. Gracias por tu presencia siempre nueva y liberadora.
Gracias por enseñarnos que la vida es un camino, no exento de dificultades, de
metas, de rompimientos, de Resurrección. Gracias por atreverte a hacer camino
en la historia con nosotros. Gracias por tu entrega y tu valentía.
Tu mirada
profunda, tus manos heridas, tu romper cadenas y fronteras nos animan, nos
hacen creer en nosotros mismos, nos hacen descubrir que no importa el color de
la piel, que no importa los tropiezos, que no importa de donde vengamos ni
adonde vayamos, todos somos caminantes, todo tiene arreglo si tenemos tu
Espíritu Resucitado y ganas de construir más vida. Una vida digna, llena de
valores, realizada con trabajo, sacada adelante con solidaridad y justicia.
Rompe las
barreras de nuestros prejuicios, rompe las barreras de nuestra comodidad, rompe
las cadenas que nos atrapan y hacen que no miremos la vida como tú: libre,
plena, feliz y llena de sentido, de humanidad, donde todos tenemos sitio.
Tú, Señor de la Vida: rompe nuestras muertes y danos más vida para que seamos capaces de producirla, provocarla, construirla, anunciarla, hacerla crecer. Sólo para que tengamos la esperanza de que se puede conseguir, no como utopía, sino como realidad. Danos un corazón nuevo, grande para amar.
FELIZ PASCUA 2024
LA COMUNIDAD PARROQUIAL.
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