El Monumento de Semana Santa es el lugar donde se reserva la hostia consagrada, desde el Jueves Santo hasta el Viernes Santo.
Origen de la tradición.
En Jerusalén, el ministro reservaba el Santísimo en el Santo Sepulcro, que se convirtió en un gran monumento adornado con flores.
Visita de los monumentos.
La tradición popular y católica dicta que el Jueves Santo hay que visitar siete iglesias y sus respectivos monumentos.
La visita a las siete iglesias simboliza la intención de acompañar a Jesús en el camino transitado desde su captura hasta su crucifixión.
Monumento adornado.
El Monumento se decora con flores y velas. Este años nuestro monumento representa una mesa preparada para un banquete muy especial. Un banquete al que todos estamos invitados por eso observamos numerosas copas y platos. El vino, los panes y las frutas rellenan los vasos y los platos, porque para esta ocasión tan especial, no puede faltar de nada. Las velas y las flores realzan la presencia del Señor que preside la Mesa.
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