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sábado, 29 de abril de 2017

Olaizola: "Se trata de hacer de nuestra vida una eucaristía"

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El coordinador del proyecto de evangelización digital "Rezandovoy",  Olaizola, comenzó su ponencia haciendo referencia a que en la actualidad hay poca práctica religiosa. “Mucha gente que va a misa se aburre. Y, a veces, la razón es porque no entienden nada de lo que allí sucede. Los curas en esto también somos responsables si no somos capaces de vincular lo que se celebra con la vida. Si caemos en el error de que lo más importante es la homilía”.
En este sentido, Olaizola expresó que la clave es entender lo que está en el fondo en cada eucaristía. “Hay mucho en juego. No se trata de ir o no ir a misa. Se trata de hacer de nuestra vida una eucaristía. Los protagonistas de la eucaristía son tres: Dios, uno mismo, y el mundo (comunidad y sociedad). Si no vivimos estas realidades, la misa no nos sirve”.
Olaizola recordó que lo primero que tenemos que hacer en misa es escuchar. “Dios habla. Es verdad. No es cuestión de tener una dimensión mística. Tenemos su palabra en la Biblia. El reto de quién hace la homilía no es elaborar una clase de teología o de análisis. La única función es traducir esa palabra para que cada uno la escuche como dirigida para su vida. Después, se nos devuelve el turno a nosotros. Podemos expresar nuestra fe, pedir y ofrecer.
¿Y por qué pedimos si a veces no se me da nada? Solo hay una petición y es la del huerto. Por una parte, se expresa lo que se tiene, lo que llevamos. Pero al final debemos confiar en la voluntad. Lo que se pide es que se cumpla la voluntad de Dios”.
En cuanto a las ofrendas, Olaizola indicó que Jesús se ha ofrecido por nosotros. “Somos sus escogidos. Dios te escoge el primero porque somos imprescindibles. Luego, somos bendecidos”. En este aspecto, el jesuita recordó que bendecir no es adular. “Es ser capaz de decir la verdad del otro. Y eso salva mucho. Dios te quiere como eres y te quiere mejor. Y esa mirada te sana”.
Olaizola expresó que una palabra que le gusta mucho es “partir”.  “En la vida hay que romperse. El mundo dice que hay que mantenerse. Lo primero es cuidarse. Pero, sin embargo, el verdadero mensaje, lo natural, es gastarse, darse. Lo natural es llegar al final de la vida con cicatrices, porque hemos amado. Pero gástate en lo que realmente valga la pena. No es no romperse, es poner el corazón en algo que valga la pena”.
Según Olaizola éste es el paso previo para luego entregarse. “La eucaristía nos invita a darlo todo. Nos invita a la comunión rezando el padre nuestro y con el gesto de la paz. Es tender la mano al que tienes al lado, incluso a quien no conoces. Un acto de confianza en un mundo que desconfía de todo. Hay que huir es de la perfección. Muchos piensan que solo comulgan los perfectos. Si fuera así, ni el cura comulgaría. Tenemos que vivir la teología del deseo. Desear que tu vida se parezca a esta vida que celebramos. La comunión es recibir a alguien que nos une y nos sana”, concluyó Olaizola.
Tras un turno de preguntas y la cena, el primer día de las jornadas concluyó con una vigilia de oración por los frutos de la Misión.

José María Rodríguez Olaizola

José María Rodríguez Olaizola es jesuita y sociólogo. Trabaja en el Grupo de Comunicación Loyola en Valladolid, y es coordinador del proyecto de evangelización digital "Rezandovoy" y de la web "pastoralsj".
Desde hace años ha hecho de la comunicación un aspecto muy importante de su misión, a través de conferencias y libros (entre ellos "El corazón del árbol solitario", "La alegría, también de noche", "Contemplaciones de papel", "Los forjadores de historias").

También está muy activo en las redes sociales como una forma de poner en diálogo la actualidad, la fe y la cultura contemporánea.

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