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lunes, 28 de enero de 2019

Dotación de agua para comunidad rural


La falta de agua limpia en Lwangu, situada en la región de Njombe (Tanzania), implica, por un lado, un gran número de enfermedades derivadas del consumo de agua contaminada y, por otro, que mujeres y niños tengan que recorrer unos 4 kilómetros para traer bidones con agua desde un manantial insalubre.
Dotación de agua para comunidad rural
Lwangu es una población de 3.000 habitantes, situada en la región de Njombe. Hay una época de lluvias fuerte desde diciembre a mayo, y la media de lluvias anuales es de 1.400 mm. La población es mayoritariamente agrícola y practican una economía de subsistencia. Sus recursos económicos son muy escasos y hay un alto grado de analfabetismo. Hay pequeños comercios tales como molinos para moler el grano y tiendas pequeñas de productos básicos. La población, que también cultiva té, pertenece al grupo étnico Bena y viven en paz y buena armonía. Pero la falta de agua limpia en el pueblo implica, por un lado, un gran número de enfermedades derivadas del consumo de agua contaminada y, por otro, que mujeres y niños tengan que recorrer unos 4 kilómetros para traer bidones con agua desde un manantial insalubre. La solución a este problema sería la instalación de una traída de agua por gravedad desde un manantial debidamente protegido.
Desde hace 20 años el pueblo formó una comisión para buscar una solución al problema del agua y es ahora, a través de la Diócesis de Njombe, y de su colaborador PADECO, que solicitan la colaboración de Manos Unidas. El comité de agua (4 mujeres y 4 hombres), junto con el equipo formado por el secretario personal del Obispo y los técnicos de la diócesis (un fontanero jefe, un técnico y un asistente) serán los encargados de ejecutar el proyecto, de un año de duración. Este equipo de la diócesis recientemente ha terminado con éxito un proyecto muy similar en otra población vecina. Los beneficiarios colaborarán con los costes del permiso de uso y calidad del agua y realizarán trabajos de mano de obra no cualificada, excavando y rellenando zanjas, colocando las tuberías y acarreando los materiales de construcción. Los beneficiarios serán 3.000 personas, entre las que se encuentran 780 alumnos de la escuela y los 20 pacientes que aproximadamente acuden al día al dispensario. Con este proyecto se mejorará la salud, ya que disminuirán las enfermedades derivadas del consumo de agua en mal estado. Así mismo, la población dispondrá de más tiempo para los estudios y otras actividades. La aportación del socio local, los beneficiarios y las autoridades locales es del 23% del coste total del proyecto.

Fuente: Manos Unidas.

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