ACTUALIDAD

domingo, 31 de marzo de 2019

El quinteto Pentafonías Brass Quintet estará en el XI Mes Socio- Religioso


El quinteto Pentafonías Brass Quintet que interpretó varias piezas musicales,  el sábado 29 de marzo en el Templo Parroquial de Ntra. Sra, de Guadalupe,   durante la lectura del pregón de la Semana Santa 2019, estará en el XI Mes Socio- Religioso dedicado a Ntra. Sra. de Guadalupe, cuyo borrador se empieza a redactar.


Nuestro párroco aprovechó la ocasión para fijar con ellos la próxima actuación dentro de las acciones pastorales parroquiales que se programan en el primer trimestre del curso 2019- 2020 y que aglutinará el XI Mes Socio- Religioso. 


Guadalupe, church on the way.

¡Guadalupe, Iglesia en Camino!

Guadalupe, Kirche unterwegs.



El Cristo de La Entrega, obra del escultor sevillano Álvaro Abrines, tendrá su propia marcha procesional



El sábado 30 de marzo, nuestro párroco le propuso al pregonero de la Semana Santa 2019, D. Jesús Agomar Guillama, compositor y músico local, que trabajase en la próxima marcha procesional dedicada al Cristo de La Entrega, obra del escultor sevillano, Álvaro Abrines, que preside el Templo Parroquial de Ntra. Sra. de Guadalupe, desde mediados de 2017, en que fue bendecido en la celebración del Corpus Christi. 

La intención es estrenar esta nueva composición en la Semana Santa 2020.


Guadalupe, church on the way.

¡Guadalupe, Iglesia en Camino!

Guadalupe, Kirche unterwegs.


Toscal-Longuera acoge con inmenso cariño el Pregón de la Semana Santa de Los Realejos 2019






D. Jesús Agomar Guillama, músico y compositor,  abrió con la lectura del Pregón la Semana Santa en la Villa de Los Realejos.

 El sábado 30 de marzo de 2019, a las 19:30 horas, el Templo Parroquial de Ntra. Sra. de Guadalupe, en Toscal-Longuera, acogía con inmenso cariño,  las palabras del pregonero D. Jesús Agomar Guillama, que esta misma parroquia propuso en la reunión de coordinación municipal de la Semana Santa 2019, celebrada el 30 de enero en la sala de prensa del Ayuntamiento.

En 2013 la imagen de Nuestra Señora de los Desamparados de esta parroquia fue fotografiada para ilustrar portada y cartel de dicha edición, además de acoger por primera vez, la lectura del pregón a cargo de la religiosa Cecilia Cortacans Pangea. Misionera Hija de la Sagrada Familia de Nazaret.
   En este año el Cristo de la Entrega, obra del escultor sevillano Álvaro Abrines, que desde mediados de 2017 preside este templo es el protagonista de la Semana Santa en Los Realejos y su pregonero el músico y compositor local Jesús Agomar Guillama. 

El próximo año le tocará a la Parroquia de Ntra. Sra. del Buen Viaje en Icod El Alto, Los Realejos, tal y como se indicó en la reunión del 30 de enero de 2019. 








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¡Guadalupe, Iglesia en Camino!

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Propuestas políticas ante las elecciones legislativas de 2019

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Somos testigos de cómo siguen siendo muchas las personas y familias que carecen cada día de unos recursos mínimos que les permitan satisfacer con dignidad sus necesidades básicas.

Por eso, #CáritasPropone. Enlace: 




"Íntima Contemplación" en Los Realejos

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Fuente: Ayuntamiento de Los Realejos. 

DEL 29 DE MARZO AL 15 DE ABRIL, 'ÍNTIMA CONTEMPLACIÓN' EN LOS REALEJOS

La muestra 'Íntima contemplación' permanecerá en la Casa de la Cultura hasta el 15 de abril con visitas de lunes a viernes de 9 a 14 y de 17 a 21 horas
La Casa Municipal de la Cultura de Los Realejos abre este viernes 29 de marzo a las 20:00 horas la exposición 'Íntima contemplación', una muestra de colecciones particulares realejeras de diversas manifestaciones de la Pasión de Cristo. La iniciativa se enmarca en las actividades paralelas a la conmemoración de la Semana Santa de la localidad y está organizada por la Concejalía de Cultura de Los Realejos, dirigida por Isabel Socorro. Coordina la exposición el historiador realejero Germán F. Rodríguez Cabrera. Se podrá visitar de lunes a viernes de 09:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00 horas hasta el próximo 15 de abril.

Misericordear

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EVANGELIO
«Este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido».
 Lectura del santo evangelio según san Lucas 15, 1-3. 11-32
En aquel tiempo, solían acercarse a Jesús los publicanos y los pecadores a escucharle. Y los fariseos y los escribas murmuraban entre ellos:
—«Ése acoge a los pecadores y come con ellos».
Jesús les dijo esta parábola:
—«Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre:
"Padre, dame la parte que me toca de la fortuna".
El padre les repartió los bienes.
No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, emigró a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente.
Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad.
Fue entonces y tanto le insistió a un habitante de aquel país que lo mandó a sus campos a guardar cerdos. Le entraban ganas de llenarse el estómago de las algarrobas que comían los cerdos; y nadie le daba de comer.
Recapacitando entonces, se dijo:
"Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me pondré en camino a donde está mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros".
Se puso en camino a donde estaba su padre; cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió; y, echando a correr, se le echó al cuello y se puso a besarlo.
Su hijo le dijo:
"Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo".
Pero el padre dijo a sus criados:
"Sacad en seguida el mejor traje y vestidlo; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y matadlo; celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado".
Y empezaron el banquete.
Su hijo mayor estaba en el campo.
Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y el baile, y llamando a uno de los mozos, le preguntó qué pasaba.
Éste le contesto:
"Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha matado el ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud".
Él se indignó y se negaba a entrar; pero su padre salió e intentaba persuadirlo.
Y él replicó a su padre:
"Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; y cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado".
El padre le dijo:
"Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo: deberías alegrarte, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado"».
Palabra del Señor.

sábado, 30 de marzo de 2019

«La Iglesia actual necesita un impulso para adaptarse a los nuevos tiempos»

FRANCISCO CABRERIZO 2

Francisco Cabrerizo pertenece a la parroquia de la Inmaculada y desarrolla su compromiso político y social como cristiano participando intensamente en el mundo del asociacionismo.

Fuente: Archidiócesis de Burgos. 


Francisco Cabrerizo de León nació en Tudela (Navarra) en 1960. Desde 1992 vive en Burgos con su esposa y sus tres hijas. Es analista químico de profesión y pertenece a la parroquia de la Inmaculada, donde colabora en lo que le piden. También ha participado como miembro de la Iniciación de la HOAC (Hermandad Obrera de Acción Católica) y desarrolla actividades en diversas asociaciones, como la Plataforma para el Desarrollo de Burgos, de la que es portavoz, Asociación Heras de Gamonal, en la que ejerce como secretario, y es miembro de la Plataforma por la Sanidad Pública de Burgos y de la Asociación Saltando Charcos. Además, es delegado de Comisiones Obreras en la empresa en la que trabaja.

A la vista de sus numerosas actividades, no hay duda de que es un ejemplo de cristiano activo dentro del asociacionismo. «Es parte de mis convicciones que el cristiano debe estar implicado en la sociedad en la que vive y participar de sus problemas y colaborar en las soluciones», sostiene. «El cristianismo no puede convertirse en un mero cumplimiento de normas, porque Jesús nos enseñó que debemos amar al prójimo como a nosotros mismos y eso implica ponerse al lado de quienes nos necesitan. El cristiano debe vivir su vida junto a quienes le rodean, formando parte activa de la sociedad en la que vive. No podemos ser cristianos desde el individualismo, porque entonces no podemos quejarnos cuando hablamos de una sociedad egoísta en la que solo cuenta uno mismo».

En ese compromiso, asegura, es imposible prescindir de la política, «porque la política interactúa en nuestra manera de vivir», argumenta. «Hablo de la política en general, en la que se deciden aspectos tan importantes como un salario digno, el acceso a la vivienda y los derechos de la gente y el bienestar social, de esa política no se puede prescindir, aunque eso no quiere decir que haya que pertenecer a algún partido político, porque es posible implicarse en la política sin estar necesariamente en algún partido».

Francisco tiene claro que el compromiso del cristiano debe estar en la defensa de los intereses de los ciudadanos «y especialmente de los más débiles, de quienes menos tienen. No es nada nuevo, el Evangelio nos pide estar al lado de los pobres, y además el cristiano cuenta con la Doctrina Social de la Iglesia, de la que se habla poco, pero que es muy importante y nos demuestra que es compatible la implicación política, incluso desde los partidos, con la fe que profesamos los cristianos».

Perder el miedo

Reconoce que, aunque se han dado algunos pasos para facilitar ese compromiso de los cristianos con la política, aún falta mucho: «El principal problema que tiene la Iglesia actual es que no ha sabido conectar con los jóvenes y con sectores amplios de la sociedad y eso es muy grave. Existe un desarraigo social de la Iglesia provocado en parte porque la sociedad se ha ido alejando de Dios y la Iglesia no ha puesto en valor su Doctrina Social, que no excluye a nadie, porque Jesús jamás excluyó a nadie. Es necesario un acercamiento a la realidad social y a los no creyentes, a la sociedad en general y especialmente a los jóvenes. Eso implica en muchos casos perder el miedo».

A esto añade que existe «un miedo muy particular, que parte de los propios cristianos, a reconocer que lo son. Hay muchos cristianos en los distintos ámbitos de la sociedad que están haciendo una gran labor y cuyo esfuerzo es reconocido por todos, pero existe un cierto temor en ellos a decir que son cristianos, porque se ha vinculado a la Iglesia con ideas conservadoras, a veces retrógradas, y no beneficia a la imagen de nadie decir que es cristiano. Esa es una realidad muy triste, porque el cristiano tiene que comenzar a reconocerse como tal y no esconder su condición de creyente. Particularmente me esfuerzo por decir allí donde estoy que soy cristiano y reconocer que asociaciones de vecinos como Eras de Gamonal nacieron de una reunión en la parroquia. No tenemos que avergonzarnos de nada y destacar que la Iglesia y los cristianos estamos ahí».

La Iglesia debe emprender un proceso de renovación que suponga un acercamiento a toda la sociedad y a la gente no creyente, una iglesia de puertas abiertas y de brazos extendidos, capaz de acoger a todos sin excluir a nadie.

Este cristiano comprometido con la realidad social considera que la Iglesia necesita un impulso importante desde dentro, «y yo diría que es fundamental que venga desde las altas esferas, un impulso como el que supuso el Concilio Vaticano II, que no ha terminado de desarrollarse todavía y que fue una gran esperanza para toda la Iglesia. La Iglesia debe emprender un proceso de renovación que suponga un acercamiento a toda la sociedad y a la gente no creyente, una iglesia de puertas abiertas y de brazos extendidos, capaz de acoger a todos sin excluir a nadie. Y esto no supone en absoluto cambiar aspectos doctrinales que son la base de nuestra fe, sino adaptarse a los nuevos tiempos y aportar luz en el camino a muchas personas que han prescindido de Dios en sus vidas y a las que debemos llegar desde el respeto a todas las opiniones y maneras de entender la vida, porque Dios no excluye a nadie».

«La parroquia es parte muy importante, pero el impulso que necesita la Iglesia va mucho más allá de las parroquias», advierte, «afecta a toda la Iglesia y el Papa se está esforzando en marcar una nueva imagen de la Iglesia, alejada de la que muchas personas tienen, de cercanía con el poder, y próxima a la que necesita nuestro mundo y reclaman las nuevas generaciones, al lado de quienes viven la pobreza, la guerra y han tenido que abandonar su país».

En cuanto a si el cristiano debe o no integrarse en partidos políticos, opina que «el cristiano sí debe implicarse en la política, pero no la Iglesia, que creo que debe mantener su independencia». Además, dice,  Por supuesto, el cristiano debe valorar mucho en qué partido está y a quién otorga su voto. Es fundamental que existan unos valores de integración social, aceptación de las personas vengan de donde vengan, y el respeto profundo a los valores religiosos y morales», concluye.

El quinteto Pentafonías Brass Quintet actuará este sábado 29 de marzo en Ntra. Sra, de Guadalupe


El quinteto de metales de la Sociedad Musical Filarmónica ya ha comenzado a participar en actos previos a la Semana Santa.  Este próximo sábado 29 estarán en el pregón de la Semana Santa que será a las 19:30h en la Parroquia de Ntra. Sra. de Guadalupe. El Toscal- Longuera. Los Realejos

Te esperamos!

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Hoy lectura del Pregón de la Semana Santa 2019 en la Parroquia de Ntra. Sra. de Guadalupe

Comunidad Parroquial de  Nuestra Señora de Guadalupe

El Templo Parroquial de Ntra. Sra. de Guadalupe, en Toscal-Longuera de Los Realejos, acoge en la tarde del sábado 30 de marzo, a las 19:30 horas, la Lectura del Pregón de la Semana Santa 2019. 
EL pregonero  propuesto por la misma parroquia es D. Jesús Agomar Guillama, músico y compositor local. 

¡Te esperamos!

Gracias Señor, por la Eucaristía. 24 horas para el Señor en Ntra. Sra. de Guadalupe


La Comunidad Parroquial de Ntra. Sra. de Guadalupe, en Toscal-Longuera, Los Realejos, celebró en la tarde del viernes 29 de marzo, la Jornada de Oración propuesta por el Papa Francisco, "24 horas para el Señor", en la que los grupos parroquiales de Catequesis, Cáritas Ntra. Sra. de Guadalupe y la Hermandad Sacramental de Ntra. Sra. de Guadalupe, coordinaron con las horas santas y las vigilias elaboradas, los diferentes turnos propuestos desde las 19:30 a las 24:20 de la noche. 
Nuestro párroco agradece personalmente:
* La alta participación. 
* El silencio en todo momento. Algo que se ha estado trabajando comunitariamente durante toda la Cuaresma
* Y las personas que renovaron su amor con el Señor en el Sacramento de la Reconciliación. Un total de 25 personas se confesaron en la tarde-noche del Viernes 29 de marzo 2019 El Papa Francisco nos dice: “el mal es fuerte, tiene un poder seductor: atrae, cautiva. Para apartarse de él no basta nuestro esfuerzo, se necesita un amor más grande. Sin Dios no se puede vencer el mal: solo su amor nos conforta dentro, solo su ternura derramada en el corazón nos hace libres”.
Si queremos la liberación del mal hay que dejar actuar al Señor, que perdona y sana. Y lo hace sobre todo a través del sacramento que estamos por celebrar. La confesión es el paso de la miseria a la misericordia, es la escritura de Dios en el corazón. Allí leemos que somos preciosos a los ojos de Dios, que él es Padre y nos ama más que nosotros mismos”.

En este día se bendijo el nuevo Ostensorio, comprado en Roma, y que fue encargado por nuestro párroco para esta ocasión, que ha sido donado a la parroquia y forma parte de su patrimonio.   

Oración de Acción de Gracias
Gracias Señor, porque en la última cena partiste tu pan y vino en infinitos trozos, para saciar nuestra hambre y nuestra sed...
Gracias Señor, porque en el pan y el vino nos entregas tu vida y nos llenas de tu presencia.
Gracias Señor, porque nos amastes hasta el final, hasta el extremo que se puede amar: morir por otro, dar la vida por otro.
Gracias Señor, porque quisistes celebrar tu entrega, en torno a una mesa con tus amigos, para que fuesen una comunidad de amor.
Gracias Señor, porque en la eucaristía nos haces UNO contigo, nos unes a tu vida, en la medida en que estamos dispuestos a entregar la nuestra...
Gracias, Señor, porque todo el día puede ser una preparación para celebrar y compartir la eucaristía...
Gracias, Señor, porque todos los días puedo volver a empezar..., y continuar mi camino de fraternidad con mis hermanos, y mi camino de transformación en ti...

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viernes, 29 de marzo de 2019

Hoy 24 Horas para El Señor en Ntra. Sra. de Guadalupe

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Este viernes 29 de marzo, empieza la Jornada de Oración denominada por el Papa "24 horas para el Señor", que en la Comunidad Parroquial se desarrollará de la siguiente manera: 

* 18:30 horas: Celebración de la eucaristía y a continuación Exposición del Santísimo Sacramento e inicio de las Confesiones. 

* 19: 30 horas: Vigilia de Oración por los Catequistas.

* 20: 30 horas: Hora de Oración por Cáritas Inter-Parroquial Ntra. Sra. de Guadalupe. 

* 21: 30 horas: Turno de Oración por la Hermandad Sacramental de Ntra. Sra. de Guadalupe. 

* 22:30 horas: Espacio en silencio hasta las 24:00 horas en las que se reservará al Santísimo Sacramento del Altar. 

Reflexión






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Ntra. Sra. de Guadalupe realiza un nuevo taller para el crecimiento personal




Una nueva oportunidad para crecer como persona, fue facilitada en la tarde del jueves 28 de marzo, a partir de las 18:30 horas, en la Sala Juan XXIII.
Esta acción pastoral coordinada por la Hermandad Sacramental de Ntra. Sra. de Guadalupe, motivó a que los asistentes tomaran contacto con su realidad y emociones. Aprendiendo a controlar y a sacar de cada una de ellas además de algo positivo una enseñanza para la vida. 
Agradecemos a Magda por querer impartir este taller gratuito en las instalaciones parroquiales. 

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Evangelio IV Domingo de la Cuaresma. Ciclo C


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Los publicanos y los pecadores se acercaban para oírlo. Y los fariseos y los maestros de la ley lo criticaban: «Éste acoge a los pecadores y come con ellos». Entonces les propuso esta parábola:


Y continuó: «Un hombre tenía dos hijos. Y el menor dijo a su padre: Padre, dame la parte de la herencia que me corresponde. Y el padre les repartió la herencia. A los pocos días el hijo menor reunió todo lo suyo, se fue a un país lejano y allí gastó toda su fortuna llevando una mala vida. Cuando se lo había gastado todo, sobrevino una gran hambre en aquella comarca y comenzó a padecer necesidad. Se fue a servir a casa de un hombre del país, que le mandó a sus tierras a guardar cerdos. Tenía ganas de llenar su estómago con las algarrobas que comían los cerdos, y nadie se las daba. Entonces, refl exionando, dijo: ¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan de sobra, y yo aquí me muero de hambre! Volveré a mi padre y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de llamarme hijo tuyo: tenme como a uno de tus jornaleros. Se puso en camino y fue a casa de su padre. Cuando aún estaba lejos, su padre lo vio y, conmovido, fue corriendo, se echó al cuello de su hijo y lo cubrió de besos. El hijo comenzó a decir: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de llamarme hijo tuyo. Pero el padre dijo a sus criados: Sacad inmediatamente el traje mejor y ponédselo; poned un anillo en su mano y sandalias en sus pies. Traed el ternero cebado, matadlo y celebremos un banquete, porque este hijo mío había muerto y ha vuelto a la vida, se había perdido y ha sido encontrado. Y se pusieron todos a festejarlo.

El hijo mayor estaba en el campo y, al volver y acercarse a la casa, oyó la música y los bailes. Llamó a uno de los criados y le preguntó qué signifi caba aquello. Y éste le contestó: Que ha vuelto tu hermano, y tu padre ha matado el ternero cebado porque lo ha recobrado sano. Él se enfadó y no quiso entrar. Su padre salió y se puso a convencerlo. Él contestó a su padre: Hace ya tantos años que te sirvo sin desobedecer jamás tus órdenes, y nunca me has dado ni un cabrito para celebrar una fi esta con mis amigos. ¡Ahora llega ese hijo tuyo, que se ha gastado toda su fortuna con malas mujeres, y tú le matas el ternero cebado! El padre le respondió: ¡Hijo mío, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo! En cambio, tu hermano, que estaba muerto, ha vuelto a la vida; estaba perdido y lo hemos encontrado. Convenía celebrar una fi esta y alegrarse». 

Lucas 15, 1-3.11-32.

PARA HACER VIDA EL EVANGELIO


  • Escribe lo que has sentido alguna vez que te has arrepentido de algo que has hecho mal.
  • ¿Por qué debemos reconocer las cosas que hacemos mal? ¿Por qué debemos perdonar?
  • Escribe un compromiso para reconocer las cosas que haces mal y pedir perdón a los demás..

ORACIÓN respuesta al Evangelio del Cuarto Domingo de la Cuaresma Ciclo C


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Tú, Padre de todos nosotros,
sales a nuestro encuentro,
aunque te hayamos fallado,
nos recibes de nuevo
una y mil veces,
nos esperas con los brazos
abiertos
y nos entregas el anillo
de tu confianza.
Nosotros, en cambio,
nos ponemos furiosos,
cuando a otros nos parece
que les tratas mejor,
nos quejamos de nuestra suerte
y sentimos envidia
de otros hermanos,
juzgando tu comportamiento
amoroso e incondicional.
Ayúdanos a no volvernos
exigentes con nadie,
a pedir perdón por nuestros
errores, con humildad,
a aceptar que otros tengan
mejor suerte,
a sentir con el otro, a amarle
desde el adentro,
a captar lo que vive y a tratarle
como le tratas Tú.

Amén. 

jueves, 28 de marzo de 2019

La limosna

Resultado de imagen de la limosna catolica
Catequesis de Juan Pablo II, 28/3/79

Recomendación del Señor en el Evangelio

1. «Poenitemini et date eleemosynam» (cf. Mc 1,15 y Lc 12,33).

La palabra «limosna» no la oímos hoy con gusto. Notamos en ella algo humillante. Esta palabra parece suponer un sistema social en el que reina la injusticia, la desigual distribución de bienes, un sistema que debería ser cambiado con reformas adecuadas. Y si tales reformas no se realizasen, se delinearía en el horizonte de la vida social la necesidad de cambios radicales, sobre todo en el ámbito de las relaciones entre los hombres. Encontramos la misma convicción en los textos de los profetas del Antiguo Testamento, a quienes recurre frecuentemente la liturgia en el tiempo de Cuaresma. Los profetas consideran este problema a nivel religioso: no hay verdadera conversión a Dios, no puede existir «religión» auténtica sin reparar las injurias e injusticias en las relaciones entre los hombres, en la vida social. Sin embargo, en tal contexto los profetas exhortan a la limosna.
Y tampoco emplean la palabra «limosna», que, por lo demás, en hebreo es «sadaqah», es decir, precisamente «justicia». Piden ayuda para quienes sufren injusticia y para los necesitados: no tanto en virtud de la misericordia cuanto sobre todo en virtud del deber de la caridad operante.

«¿Sabéis qué ayuno quiero yo?: romper las ataduras de iniquidad, deshacer los haces opresores, dejar libres a los oprimidos y quebrantar todo yugo; partir el pan con el hambriento, albergar al pobre sin abrigo, vestir al desnudo y no volver tu rostro ante el hermano» (Is 58,6-7).

La palabra griega «eleemosyne» se encuentra en los libros tardíos de la Biblia, y la práctica de la limosna es una comprobacion de auténtica religiosidad. Jesús hace de la limosna una condición del acercamiento a su reino (cf. Lc 12,32-33) y de la verdadera perfección (cf. Mc 10,21 y par.). Por otra parte, cuando Judas –frente a la mujer que ungía los pies de Jesús pronuncio la frase: «¿Por qué este ungüento no se vendió en trescientos denarios y se dio a los pobres?» (Jn 12,5), Cristo defiende a la mujer respondiendo: «Pobres siempre los tenéis con vosotros, pero a mí no me tenéis siempre» (Jn 12,8). Una y otra frase ofrecen motivo de gran reflexión.

Significado del término « limosna»

2. ¿Qué significa la palabra «limosna»?
La palabra griega «eleemosyne» proviene de «éleos», que quiere decir compasión y misericordia; inicialmente indicaba la actitud del hombre misericordioso y, luego, todas las obras de caridad hacia los necesitados. Esta palabra transformada ha quedado en casi todas las lenguas europeas:
En francés: «aumone»; en español: «limosna»; en portugués: «esmola»; en alemán: «Almosen»; en inglés: «Alms».

Incluso la expresión polaca «jalmuzna» es la transformación de la palabra griega.
Debemos distinguir aquí el significado objetivo de este término del significado que le damos en nuestra conciencia social. Como resulta de lo que ya hemos dicho antes, atribuimos frecuentemente al término «limosna», en nuestra conciencia social, un significado negativo. 

Son diversas las circunstancias que han contribuido a ello y que contribuyen incluso hoy. En cambio, la «limosna» en sí misma, como ayuda a quien tiene necesidad de ella, como «el hacer participar a los otros de los propios bienes», no suscita en absoluto semejante asociación negativa. Podemos no estar de acuerdo con el que hace la limosna por el modo en que la hace. Podemos también no estar de acuerdo con quien tiende la mano pidiendo limosna, en cuanto que no se esfuerza para ganarse la vida por sí. Podemos no aprobar la sociedad, el sistema social, en el que haya necesidad de limosna. Sin embargo, el hecho mismo de prestar ayuda a quien tiene necesidad de ella, el hecho de compartir con los otros los propios bienes, debe suscitar respeto.

Vemos cuán necesario es liberarse del influjo de las varias circunstancias accidentales para entender las expresiones verbales: circunstancias, con frecuencia, impropias que pesan sobre su significado corriente. Estas circunstancias, por lo demás, a veces son positivas en sí mismas (por ejemplo, en nuestro caso: la aspiración a una sociedad justa en la que no haya necesidad de limosna porque reine en ella la justa distribución de bienes).
Cuando el Señor Jesús habla de limosna, cuando pide practicarla, lo hace siempre en el sentido de ayudar a quien tiene necesidad de ello, de compartir los propios bienes con los necesitados, es decir, en el sentido simple y esencial, que no nos permite dudar del valor del acto denominado con el término «limosna», al contrario, nos apremia a aprobarlo: como acto bueno, como expresión de amor al prójimo y como acto salvífico.

Además, en un momento de particular importancia, Cristo pronuncia estas palabras significativas: «Pobres... siempre los tenéis con vosotros» (Jn 12,8). Con tales palabras no quiere decir que los cambios de las estructuras sociales y económicas no valgan y que no se deban intentar diversos caminos para eliminar la injusticia, la humillación, la miseria, el hambre. Quiere decir sólo que en el hombre habrá siempre necesidades que no podrán ser satisfechas de otro modo sino con la ayuda al necesitado y con hacer participar a los otros de los propios bienes... ¿De qué ayuda se trata? ¿Acaso sólo de «limosna», entendida bajo la forma de dinero, de socorro material?

Don interior, actitud de apertura hacia el hermano

3. Ciertamente, Cristo no quita la limosna de nuestro campo visual. Piensa también en la limosna pecuniaria, material, pero a su modo. A este propósito, es más elocuente que cualquier otro el ejemplo de la viuda pobre, que depositaba en el tesoro del templo algunas pequeñas monedas: desde el punto de vista material, una oferta difícilmente comparable con las que daban otros. Sin embargo, Cristo dijo: «Esta viuda... echó todo lo que tenía para el sustento» (Lc 21,3-4). Por lo tanto, cuenta sobre todo el valor interior del don: la disponibilidad a compartir todo, la prontitud a darse a sí mismos.

Recordemos aquí a San Pablo: «Si repartiere toda mi hacienda... no teniendo caridad, nada me aprovecha» (1Cor 13,3). También San Agustín escribe muy bien a este propósito: «Si extiendes la mano para dar, pero no tienes misericordia en el corazón, no has hecho nada; en cambio, si tienes misericordia en el corazón, aun cuando no tuvieses nada que dar con tu mano, Dios acepta tu limosna» (Enarrat. in Ps. CXXV 5).

Aquí tocamos el núcleo central del problema. En la Sagrada Escritura y según las categorías evangélicas, «limosna» significa, ante todo, don interior. Significa la actitud de apertura «hacia el otro». Precisamente tal actitud es un factor indispensable de la «metanoia», esto es, de la conversión, así como son también indispensables la oración y el ayuno. En efecto, se expresa bien San Agustín: «¡Cuán prontamente son acogidas las oraciones de quien obra el bien!, y esta es la justicia del hombre en la vida presente: el ayuno, la limosna, la oración» (Enarrat. in Ps. XLII 8): la oración, como apertura a Dios; el ayuno, como expresión del dominio de sí, incluso en el privarse de algo, en el decir «no» a sí mismos; y, finalmente, la limosna como apertura «a los otros». El Evangelio traza claramente este cuadro cuando nos habla de la penitencia, de la metanoia. Sólo con una actitud total –en relación con Dios, consigo mismo y con el prójimo– e1 hombre alcanza la conversión y permanece en estado de conversión.

La «limosna» así entendida tiene un significado, en cierto sentido, decisivo para tal conversión. Para convencerse de ello, basta recordar la imagen del juicio final que Cristo nos ha dado:
«Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; peregriné, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; preso, y vinisteis a verme. Y le responderán los justos: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos peregrino y te acogimos, desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte? Y el Rey les dirá: En verdad os digo que cuantas veces hicisteis eso a uno de estos mis hermanos menores, a mí me lo hicisteis» (Mt 25,35-40).

Los Padres de la Iglesia dirán después con San Pedro Crisólogo: «La mano del pobre es el gazofilacio de Cristo, porque todo lo que el pobre recibe es Cristo quien lo recibe» (Sermo VIII 4); y con San Gregorio Nacianceno: «El Señor de todas las cosas quiere la misericordia, no el sacrificio; y nosotros la damos a través de los pobres» (De pauperum amore XI).
Por lo tanto, esta apertura a los otros, que se expresa con la «ayuda», con el «compartir» la comida, el vaso de agua, la palabra buena, el consuelo, la visita, el tiempo precioso, etc., este don interior ofrecido al otro llega directamente a Cristo, directamente a Dios. Decide el encuentro con Él. Es la conversión.

En el Evangelio, y aun en toda la Sagrada Escritura, podemos encontrar muchos textos que lo confirman. La «limosna» entendida según el Evangelio, según la enseñanza de Cristo, tiene un significado definitivo, decisivo en nuestra conversión a Dios. Si falta la limosna, nuestra vida no converge aun plenamente hacia Dios.

La práctica de la limosna

4. En el ciclo de nuestras reflexiones cuaresmales será preciso volver sobre este tema. Hoy, antes de concluir, detengámonos todavía un momento sobre el verdadero significado de la «limosna». En efecto, es muy fácil falsificar su idea, como ya hemos advertido al comienzo. Jesús hacía reprensiones también respecto a la actitud superficial «exterior» de la limosna (cf. Mt 6,2?4; Lc 11,41). Este problema está siempre vivo. Si nos damos cuenta del significado esencial que tiene la «limosna» para nuestra conversión a Dios y para toda la vida cristiana, debemos evitar a toda costa todo lo que falsifica el sentido de la limosna, de la misericordia, de las obras de caridad: todo lo que puede deformar su imagen en nosotros mismos. En este campo es muy importante cultivar la sensibilidad interior hacia las necesidades reales del prójimo, para saber en qué debemos ayudarle, cómo actuar para no herirle y cómo comportarnos para que lo que damos, lo que aportamos a su vida, sea un don auténtico, un don no cargado por sentido ordinario negativo de la palabra «limosna».
Vemos, pues, qué campo de trabajo –amplio y a la vez profundo– se abre ante nosotros si queremos poner en práctica la llamada: «Arrepentios y dad limosna» (cf. Mc 1,15 y Lc 12,33). Es un campo de trabajo no sólo para la Cuaresma, sino para cada día. Para toda la vida.