Tenemos un serio problema de saber estar en un templo católico. Mucha gente confunde el templo con el teatro donde se desarrolla una función, de forma que hasta que comienza el espectáculo todo es posible: se habla, se cuchichea, se saluda a los parientes.
Creo que tenemos un problema de fondo en todo esto que es el haber perdido lo que toda la vida se llamó la buena educación, el saber estar. Una persona mínimamente educada sabe comportarse en un templo, el teatro, el cine, una conferencia o un concierto. Pero… Hemos pasado un tiempo en el que la buena educación, eso de las buenas costumbres, se consideró que era algo que coartaba la libertad del individuo y se acabaron las normas más elementales de educación.
Fuente: De profesión cura.
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