El güimarero Jaime Estévez Campos, nacido en el barrio de San Juan, regenta desde hace 22 años la Floristería Leomami de Candelaria, aunque se inició en este negocio en la villa de Arafo unos 5 años antes.
Desde su inicio, siempre se sintió atraído por las imágenes a las que hacía los arreglos florales, y fue así como comenzó con su colaboración en la vestimenta de las imágenes a las que adornaba.
Empezó vistiendo a Santa Ana en Candelaria, luego siguió con las imágenes de la Virgen de los Dolores, Nuestra Señora del Carmen, El Calvario, formado por los Santos Varones, San Juan y María Magdalena,que en la actualidad es su propia Hermandad quien se encarga de su vestimenta, Nuestro Padre Jesús Nazareno y San Joaquín. Aquí empezó con su afición por la costura, ya que habían ropas que debían ser arregladas, otras que se tenían que restaurar, y así, de forma autodidacta, se convierte en un profesional de la costura y el bordado, y un maestro en el arte de vestir imágenes, aparte de su propio trabajo como floristero.
Ha realizado la saya bordada con aplicaciones de oro sobre terciopelo azul real , así como el manto en damasco brocado rojo con el que se vistió a Santa Ana el día que estrenaba su nuevo trono en julio de 2010. Ha confeccionado mantos para la Virgen del Carmen, La Virgen de los Dolores y Santa Ana, y vestidos para las tres imágenes, mantos para San Joaquín, el cortinaje de revestimiento para las fiestas de la parroquia, los banderines que adornan el coro así como las cuelgas de los tronos procesionales.
Colaboró durante 5 años con la Parroquia de San José y Nuestra Señora del Rosario de El Tablero, vistiendo a la imagen titular y a la Virgen de los Dolores, y realizando vestidos y mantos en damasco brocado para dichas imágenes.
Colaboró también con la Ermita de Nuestra Señora de El Rosario de Machado, donde vistió durante 5 años a la patrona del municipio, dejando como legado algunos de sus proyectos, tales como la saya bordada con aplicaciones de oro sobre terciopelo azul para la Virgen del Rosario, el hábito de San Amaro bordado sobre terciopelo negro, varios mantos brocados para la Virgen, la ropa para el niño Jesús de Praga, la restauración de un manto brocado de la Virgen del Rosario de más de 100 años de antigüedad, la confección del cortinaje de revestimiento de la Ermita para las fiestas, el dosel de la Virgen y las cuelgas del Trono de la Virgen con respiradero bordado.
También colabora con los Hermanos de la Cruz Blanca de La Laguna, vistiendo a Nuestra Señora de la Encarnación, para la que ha realizado un vestido en damasco brocado.
En el municipio de Güímar, colabora con el Cristo Negro de San Juan, para el que confeccionó las cuelgas del trono procesional y con la Cofradía de La Virgen de la Amargura, a la que bordó un fajín para la Semana Santa de este año.
Fue hace ya 20 años cuando le propusieron vestir a Nuestra Señora de Candelaria, reto que aceptó gustosamente, ya que para él es todo un orgullo poder vestir a la patrona de todos los canarios, tarea con la que sigue de forma desinteresada en la actualidad.
Para la Virgen de Candelaria, ha confeccionado un vestido en damasco brocado con flores en seda de colores, que utilizó la Virgen en su visita a La Laguna el año 2009.
También confeccionó los banderines que luce el coro, el revestimiento de las columnas de la Basílica y enriqueció el frente del dosel de la Virgen.
En la actualidad ha realizado un nuevo manto para la Patrona de Canarias, encargo de un devoto que prefiere estar por el momento en el anonimato, con aplicaciones bordadas en oro sobre terciopelo, lucido en las últimas fiestas de agosto.
También ha bordado el manto donado por los Guanches de Güímar, a Ntra. Sra. de El Socorro, en septiembre de 2016.
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