
Señor, que has querido que tu Iglesia sea sacramento
universal de salvación para todos los hombres, escucha
bondadoso las súplicas que te dirigimos por los
misioneros sacerdotes, religiosos y laicos.
Ya que te dignas concedernos la gracia de cooperar en
la santificación de tu Iglesia,
acepta nuestro deseo de
hacerte amar y conocer, por el que te ofrecemos nuestra
oración, amor y sacrificios, para que por los méritos
de tu Hijo Jesucristo bendigas a los misioneros,
guardándolos de todo peligro, haciéndoles sentir tu
presencia en sus trabajos y preocupaciones, haciendo
de ellos unos apóstoles que emulen el fervor misionero
de San Francisco Javier y Santa Teresa del Niño Jesús,
co-patronos de las misiones.
María, Madre de la Iglesia, Estrella de la Evangelización
y Reina de las Misiones, acompaña a los misioneros
en su entrega y concédeles el don de la perseverancia
en su compromiso de dar a conocer a Jesucristo,
nuestro Salvador y compartir el evangelio con
quienes no lo conocen.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario