Carta Pastoral a los Voluntarios y a las Voluntarias de Cáritas Inter- Parroquial

 

Comunidades Parroquiales de Ntra. Sra. de Guadalupe, Toscal-Longuera y San Antonio de Padua, Puerto de La Cruz.

Arciprestazgo de La Orotava.

Lema del curso pastoral: "Aspirad a las cosas de arriba, no a las de la tierra" . (Colosenses 3, 2).

Queridos voluntarios y voluntarias de nuestra querida Cáritas Inter-parroquial:

He decidido escribirles esta carta, como lo he hecho con otras áreas de nuestras Comunidades Parroquiales, haciendo despertar el entusiasmo en la tarea pastoral del presente y hermoso curso, que el Señor, gratuitamente nos regala, como medio para el crecimiento, y para el servicio en la caridad de manera constante y permanente. 

Dios quiere seguir construyendo el Reino de Dios, en nuestros barrios de Toscal-Longuera y de San Antonio, con signos sencillos, humildes y muy pobres. Y nos ha llamado a todos y a todas, a ser sus colaboradores en esta hermosa y noble misión de anunciarle a través de la palabra, de la celebración, del testimonio y de la caridad sincera y no fingida. 

Despierta la ESPERANZA que tiene su fundamento en las promesas del Señor. Deja atrás el miedo y las malas noticias. Porque como sabes de memoria, por las veces que lo he repetido, y una vez más insisto,"Dios no nos abandonará jamás". Es el primero que se"moja y se enfanga".  Dios nos llama a ir al encuentro de su Pueblo, dando consejo y sanando el dolor. Recuerda querido hermano y hermana, que nuestra alegría, nace del verdadero encuentro, íntimo y diario, con Cristo en su Palabra, en la oración y en la Eucaristía. De ahí, nace el verdadero servicio realizado desde la fe y con la fe. Es decir, desde Cristo y con Cristo, para no caer en el narcisismo, la apariencia, el activismo desencarnado o la egolatría. Y ver en nuestros hermanos más necesitados el rostro del Señor. 

Hoy más que nunca, con nuestras obras y con nuestros hechos, hacemos misión y Dios actúa a través de ellos. La caridad tiene su origen en Dios, porque ella es como el abrazo, el beso, el saludo amoroso, que nuestro Padre del Cielo, otorga de manera generosa a cada persona, especialmente a los más débiles. A los más descartados, calumniados, desterrados, olvidados y machacados, por el egoísmo y la soberbia de nuestra sociedad actual. Los pobres y los humildes ocupan siempre un lugar importante en el corazón de Cristo. Por tanto, han de estar también en un lugar importante en vuestros corazones y en el de cada uno de los que somos y formamos parte de nuestras Comunidades Parroquiales.   

Les invito, en este curso y en medio de este importante contexto histórico, a llevar la paz y la caridad. A crecer en la humildad de escuchar a los demás y a Despertar el carisma de estar juntos superando cualquier lejanía porque hemos de apostar por la Cultura del Encuentro. 

APASIÓNATE, a lo largo del presente curso pastoral, por los pobres más pobres, por los descartados y mutilados de nuestra sociedad y entrégales tu mejor sonrisa, tu mejor consuelo y tu verdadero corazón. 

Vuestro siempre:

Gabriel Benítez Pérez

Cura- párroco de Ntra. Sra. de Guadalupe y San Antonio de Padua

Los Realejos, a 17 de septiembre de 2020.