Las crisis reavivan nuestra necesidad de Dios y nos permiten así regresar al Señor

 

"Reaviva el don de Dios que hay en ti"

(2ª Timoteo 1,6)

Con otras palabras lo indicaba nuestro párroco, el domingo pasado, a los catequistas: "Dar gracias a Dios por ser cántaros, vasijas de barro agrietados. Muestra que nos reconocemos sencillos, pecadores, débiles, en medio de un fracaso, o de una humillación, un error, etc. Pero al mismo tiempo, fuertes porque -todo se puede en Cristo que nos fortalece-. Eso es una grandeza. Esto es un don de Dios que regala a la persona que vive de la oración, de la eucaristía, de la comunidad y de la caridad diariamente". 

Hoy el Papa Francisco lo indica de esta manera:

No debemos temer las crisis de la vida y de la fe: "las crisis reavivan nuestra necesidad de Dios y nos permiten así regresar al Señor, volver a experimentar su amor"